Iñaki Iriondo

LAB le pide a Iñigo Urkullu que deje de ser el lehendakari de los empresarios

La coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu, le ha pedido a Iñigo Urkullu «deje de ser el lehendakari de los empresarios y haga políticas a favor de la clase trabajadora». Lo ha hecho en el encuentro que han mantenido este lunes dentro de una ronda que desarrolla el sindicato.

El lehendakari mira de reojo a la coordinadora general de LAB durante la sesión de fotos anterior al encuentro.
El lehendakari mira de reojo a la coordinadora general de LAB durante la sesión de fotos anterior al encuentro. (Raúl BOGAJO | FOKU)

LAB se ha reunido este lunes por primera vez desde 2013 con el lehendakari Iñigo Urkullu. Lo hace dentro de la ronda de encuentros que el sindicato ha puesto en marcha tras la celebración de su X. Congreso Nacional. Su coordinadora general, Garbiñe Aranburu, le ha expuesto «la propuesta de LAB para afrontar la crisis sociosocial [sic] y el reparto de la riqueza», según la escueta referencia al encuentro en el portal Irekia del Gobierno de Lakua.

El sindicato, por su parte, ha hecho público un extenso comunicado, en el que ha destacado la importancia de la reunión, al igual que el tono cordial del mismo. LAB ha recordado que hasta ahora se había visto a Iñigo Urkullu con asociaciones empresariales y «con la minoría sindical que sustenta en Diálogo Social antidemocrático, pero nunca con la mayoría sindical vasca».

Sentados en torno a una mesa y no en sillones, como suele ocurrir en otros casos, Garbiñe Aranburu le «ha trasladado la necesidad de cambiar las políticas públicas neoliberales que lleva a cabo el Gobierno Vasco; le ha pedido que deje de ser el lehendakari de los empresarios y haga políticas a favor de la clase trabajadora». En su nota, LAB asegura que su coordinadora general ha sido «tajante y crítica con Urkullu».

En el plano del autogobierno, LAB entiende que el estatuto está agotado y es preciso avanzar hacia la soberanía, por lo que Aranburu ha planteado «la necesidad de valerse de las competencias existentes y las posibilidades que ofrece el autogobierno, ya que hay margen para impulsar políticas que garanticen unas condiciones laborales y de vida dignas para los y las trabajadoras».

Algunas de las propuestas

Entre estas medidas, se encuentran «acabar con el reparto desigual de la riqueza; garantizar el poder adquisitivo de los salarios y acabar con la brecha salarial; negociar aquí los salarios de las y los empleados públicos; establecer un salario mínimo de 1.400 euros; poner límites al salario máximo; limitar las plusvalías y prohibir el reparto de dividendos de las empresas».

Además, Garbiñe Aranburu ha subrayado ante Iñigo Urkullu «la necesidad de una política fiscal más progresiva, para que paguen más las y los que más tienen y, en consecuencia, aumente la recaudación fiscal». También le ha planteado al lehendakari la petición de afrontar «una mayor tributación de las rentas del capital para complementar las medidas de deflactación implantadas, y una actualización del Impuesto sobre Sociedades para que las empresas, en función de sus beneficios, paguen más».

En el encuentro también se ha hablado de medidas para hacer frente a la subida de los precios y de cambiar el modelo de cuidados, para que deje de ser un negocio. De «la precaria situación de Osakidetza y de las necesidades en el ámbito educativo». De las trabajadoras del hogar y de los pensionistas y las pensiones, según la nota de LAB.

Necesario seguir luchando

En su ronda, LAB se ha reunido con sindicatos, asociaciones empresariales, partidos políticos y responsables institucionales. Según apunta, «se trata de una amplia agenda que también contempla reuniones con los tres máximos representantes que tiene Euskal Herria, como consecuencia de la división territorial impuesta. La próxima cita será el 21 de noviembre con la presidenta de Navarra, María Chivite», anuncia.

La conclusión de LAB tras esta primera cita institucional con Iñigo Urkullu, es que «la organización y la lucha serán la llave para obligar a las instituciones a llevar a cabo unas las políticas públicas que tengan como objetivo un reparto justo de la riqueza y garanticen los derechos de la clase trabajadora». El sindicato afirma que «seguirá impulsando la activación social en los centros de trabajo y en la calle e interpelando al Gobierno Vasco».