Cada vez se dispone de más información sobre la vida de las estrellas de la pantalla, lo que crea un problema para el espectador o la espectadora cuando van a ver una película donde actúa alguien que no tiene buena prensa, porque en lugar de creerse al personaje de ficción se pueden sentir condicionados por la imagen pública de quien lo interpreta. Ahora sé tanto sobre la personalidad conflictiva en el mundo real de Bill Murray, que ya no voy a poder disfrutar con sus apariciones cinematográficas como lo hacía antes, cuando ni me planteaba si detrás del cómico había una persona no tan divertida.
La suspensión del rodaje de la película de Aziz Ansari ‘Being Mortal’ por parte del estudio Searchlight Pictures ha puesto en el disparadero a su actor principal Bill Murray, ya que el humorista evitó ir a juicio por conducta abusiva con una asistente de producción mediante un acuerdo económico de cien mil dólares.

El problema es que Murray es reincidente, ya que actrices como Geena Davis o Lucy Liu se han declarado molestas con sus bromas sexuales en el set, toda vez que nunca resultaban graciosas para las víctimas de sus propuestas e insinuaciones del todo ajenas al ambiente de trabajo. Y si nos remontamos a su divorcio con la diseñadora de vestuario Jennifer Butler en el año 2008, las acusaciones resultaban bastante más graves, y eran de violencia doméstica.