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Las mujeres de Ipar Euskal Herria trabajan gratis desde este viernes por la brecha salarial

Desde las 9.10 de este viernes y hasta fin de año, las mujeres del Estado francés y, por extensión, las de Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi, trabajarán gratis. La publicación ‘Les Glorieuses’ cifra la brecha salarial entre mujeres y hombres en un 15,8%, en ligero descenso respecto a 2021.

Trabajadoras del sector sociosanitario durante una protesta en Baiona.
Trabajadoras del sector sociosanitario durante una protesta en Baiona. (Guillaume FAUVEAU)

Viernes, 4 de noviembre, a las 9.10 de la mañana. A partir de ese momento y hasta que finalice 2022, las mujeres del Estado francés, y, por tanto, las de Ipar Euskal Herria, «trabajarán gratis» en razón de las persistentes desigualdades en materia salarial, según asegura ‘Les Glorieuses’.

Junto a la difusión de ese baremo, la publicación feminista ha lanzado este año una recogida de firmas para reclamar una subida de los salarios específica para las mujeres que trabajan en las profesiones más feminizadas y, en general, peor pagadas.

La fecha y hora simbólicas en que empieza el «trabajo sin cobrar» se calculan en bases a las estadísticas europeas relativas a la brecha salarial entre mujeres y hombres.

En el conjunto hexagonal, este año las mujeres ganarán de media un 15,8% menos que sus compañeros. El año pasado, la brecha se estableció en un 16,5%, lo que llevó a fijar la fecha del 3 de noviembre de 2021 a las 9.22 para ese inicio del «trabajo gratis».

Subida salarial en sectores con fuerte presencia de trabajadoras

Las militantes que apoyan el movimiento en redes sociales que se identifica con el hashtag #4Novembre9h10 han lanzado una petición para favorecer la equidad salarial en sectores como el sociosanitario y el educativo en el que las mujeres son mayoritarias.

‘Les Glorieuses’ aboga por otras medidas como el reparto de los permisos por el nacimiento de hijos siguiendo el modelo sueco, que fija un reparto entre los progenitores e incluye «un periodo mínimo obligatorio para los padres», explica a la agencia AFP la economista feminista Rebecca Amsellem, una de las fundadoras de la publicación.

También aspiran a condicionar el acceso a licitaciones públicas o la obtención de subvenciones o préstamos garantizados por el Estado «al respeto de la igualdad salarial», cara a garantizar que «los presupuestos públicos no se conviertan en vectores para acentuar la desigualdad».