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El Cairo

La ONU pide un gran pacto de solidaridad climática y señala la responsabilidad de EEUU y China

Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es preciso este «pacto universal» para lograr una energía sostenible para todos en 2050 con una estrategia común. Además, ha subrayado que EEUU y China tienen «una responsabilidad particular» para unir sus esfuerzos.

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, durante el discurso del evento de alto nivel en la COP27.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, durante el discurso del evento de alto nivel en la COP27. (Joseph EID | AFP)

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha instado a la comunidad internacional un «pacto de solidaridad climática» e «histórico» entre economías desarrolladas y en desarrollo, y sobre todo entre desarrolladas y emergentes para que todos los países hagan un esfuerzo en la transición energética.

«Estamos haciendo progresos en la transición energética, pero se necesita mucho más», ha manifestado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante el discurso del evento de alto nivel en la XXVII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP27) que se inauguró este domingo en Sharm-El Sheij (Egipto).

En ese sentido, el secretario general se ha referido en particular a los países más ricos y a las instituciones financieras para que ayuden a los emergentes y en desarrollo a hacer su propia transición energética.

Guterres ha reclamado el fin del carbón en 2030 en el conjunto de países que forman parte de la OCDE y en 2050 en el resto de los países. A su juicio, es preciso este «pacto universal» para lograr una energía sostenible para todos en 2050 con una estrategia común y que los países combinen sus capacidades y recursos en pro del bienestar común de la humanidad.

Además, ha subrayado que en este sentido, EEUU y China tienen «una responsabilidad particular» para unir sus esfuerzos y hacer en la COP27 este pacto «una realidad», ya que es la «única esperanza» de conseguir el objetivo de limitar el cambio climático. «Tenemos la opción de colaborar en un pacto solidario o de ir a un suicido colectivo progresivo», ha reflexionado el secretario general de la ONU.

En este sentido, ha recordado que las emisiones de gases de efecto invernadero y las temperaturas siguen aumentando, por lo que el planeta está cerca de llegar a un punto de inflexión de no retorno que provocar que los daños climáticos sean «irreversible». «Estamos en una autopista acercándonos al infierno climático todavía con el pie en el acelerador», compara el secretario general.

Si bien ha admitido que la guerra de Ucrania y otros conflictos sangrientos y violentos tienen impactos en todo el mundo, ha insistido en que no se puede aceptar que la atención no esté centrada en el cambio climático.

«Claro que tenemos que apoyar juntos para los esfuerzos de paz y la gente que está sufriendo, pero el cambio climático es otra escala, es el reto de nuestro siglo, de nuestra era y resulta inaceptable aceptar la derrota y dejarlo relegado a un tema secundario», ha valorado Guterres, que ha añadido que la guerra en Ucrania ha puesto sobre la mesa el riesgo de los combustibles fósiles y, por tanto, se necesita «más urgencia» y «más rendimiento» de esfuerzos porque las guerras «no pueden ser una excusa para el greenwashing».

«Para evitar ese triste futuro, todos los países tienen que acelerar su transición en esta década», ha comentado Guterres, que también se ha referido a la contribución que deben realizar los países en desarrollo y especialmente los países emergentes, cuyo papel ha calificado de «fundamental» para doblar la curva de emisiones.

Respecto a la negociación en la COP27, el secretario general de la ONU ha recordado que en la anterior Cumbre de Glasgow en 2021 los países desarrollados se comprometieron a duplicar la financiación climática, pero ha observado que esta tendría que superar los 300.000 millones anuales de aquí a 2030 y que la mitad de ella se destine a adaptación en países en desarrollo.

Por ello, ha urgido a los bancos multilaterales e instituciones financieras a facilitar la inversión privada y a los países a impulsar los mecanismos de daños y pérdidas del cambio climático que son «una realidad que ya no pueden barrer debajo de la alfombra».

Guterres ha pedido también establecer un sistema de alerta precoz universal y que los beneficios de la industria de los combustibles fósiles se destinen a los mecanismos de pérdidas y daños para los países en desarrollo con una hoja de ruta que se debe alcanzar en la COP27.

Ante la guerra, que ha definido como una violación grande de los derechos humanos, ve necesarias acciones climáticas ambiciosas porque aún hay una ventana de oportunidad abierta pero muy breve para cumplir con el Acuerdo de París.

«La lucha climática se ganará o perderá en estos pocos y cruciales años. Aquellos que se rindan están seguros de perder. Luchemos juntos y ganemos por esos 8.000 millones de miembros de la familia humana y para las generaciones venideras», ha concluido.

Egipto, anfitrión

Previamente, el presidente de Egipto, Abdulfatah al Sisi, ha destacado los progresos en transición energética que está desarrollando Egipto desde Sharm-El Sheij, una «ciudad de la paz» que estos días aspira a que la comunidad internacional avance en la acción climática, un deseo compartido de esperanza de «mujeres, niños, jóvenes, trabajadores, todos los seres humanos de este mundo».

Al-Sisi ha recordado como en los últimos años el mundo se ha convertido en «un lugar de sufrimiento» con una catástrofe que llega tras otra y ha urgido a la comunidad internacional a darse cuenta de que no hay más tiempo para parar este sufrimiento, por lo que ha demandado acuerdos que vayan «más allá de las palabras» para implantar el Acuerdo de París con reducción de emisiones, adaptación y garantizando la financiación necesaria para los países en desarrollo.

El presidente egipcio ha relatado los avances en las políticas de su país en esta materia, comprometidas con una «rápida transición verde» de su economía y para lograr bajas emisiones. Si bien ha instado a los países desarrollados a hacer sus progresos según lo acordado en París, ha pedido ser «francos y honestos» para que «todos» los países haga esfuerzos, especialmente los que están en desarrollo en África que también deben asumir su responsabilidad «en la medida que puedan» para cumplir sus objetivos.

El anfitrión ha invitado a las partes a enviar al mundo un mensaje claro a través de un acuerdo en materia de implantación y que los resultados de la cumbre sean «ambiciosos y realistas» para hacer juntos «grandes cosas».

Por otro lado, Al-Sisi ha aprovechado la presencia de líderes de cerca de 200 países para hablar de la guerra de Rusia y Ucrania y ha pedido el fin de la guerra. Así, ha admitido que Egipto no es uno de los países más fuertes económicamente, que ha sufrido los efectos de la pandemia en los últimos dos años y que ahora está padeciendo por la crisis provocada por «esta guerra innecesaria».

«Imagino que todo el mundo está sufriendo también por esta guerra de Ucrania y Rusia y por eso les apelo con todo el respeto: esta guerra debe terminar. Esta guerra y el sufrimiento que está causando debe terminar. Esta es una petición sincera. No es que quiera jugar un papel importante, pero estoy deseando ver el final de esta guerra y sé que muchos de ustedes opinan igual. Por favor pongan fin a esta guerra y con todos nuestros deseos la paz estará con ustedes», ha concluido.