Nuevas revelaciones sobre el espionaje acorralan a Mitsotakis
El Gobierno griego se vio obligado el pasado agosto a reconocer que había espiado a opositores. Ahora el diario ‘Documento¸ publica dos listas con decenas de nombres, entre ellos líderes conservadores, espiados con el software Predator, revelaciones que acorralan al Ejecutivo de Mitsotakis.
La trama de espionaje político revelada el pasado agosto en Grecia da un nuevo giro y amplía su magnitud: el diario ‘Documento’ ha publicado dos listas con 33 y 38 personas que habrían sido espiadas con el software Predator, entre ellas conservadores como el ex primer ministro Antonis Samaras y el actual ministro de Exteriores, Nikos Dendias.
Acusatorios, los dedos señalan de nuevo al primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, quien rechaza haber utilizado el sistema Predator y apunta a actores externos al Gobierno, mientras reclama pruebas y habla de una ofensiva opositora canalizada a través del director de “Documento”, el reconocido y laureado Kostas Vaxevanis. «Yo no he sido, yo no sé nada», se limita a decir Mitsotakis, aunque casi nadie le cree: al poco de llegar al poder puso bajo su control la Inteligencia, que ha tenido contactos con empresarios relacionados con Predator en Grecia, y luego modificó una ley para no permitir notificar las escuchas a los afectados.
Las revelaciones de ‘Documento’ son la segunda parte de una trama conocida entre la oposición como el «Watergate griego». El pasado agosto, el Ejecutivo se vio obligado a reconocer que había estado espiando al periodista de investigación Thanasis Koukakis y al líder socialdemócrata Nikos Androulakis. Estas acciones se llevaron a cabo haciendo uso del sistema tradicional de escuchas, comunicó el Gobierno, y contaron con el respaldo legal necesario.
Mitsotakis dijo desconocer el espionaje y, como consecuencia, tuvieron que dimitir el director de la Inteligencia, Panagiotis Kontoleon, y Grigoris Dimitriadis, sobrino y exjefe de Gabinete de Mitsotakis. No obstante, una incógnita quedó sin resolver: Koukakis y Androulakis sufrieron un ataque con Predator del que nadie se responsabilizó, al igual que ocurre ahora con las revelaciones de “Documento”.
Predator es un sistema de vigilancia similar a Pegasus, el software utilizado por el Estado español. Cuando penetra en el dispositivo, tiene acceso a las funciones principales del teléfono móvil y puede obtener documentos e información de los contactos de la persona vigilada. Son principalmente los Estados los que tienen la capacidad económica para adquirir y operar estos programas. En Grecia, su uso es ilegal, por eso el Ejecutivo no puede reconocer haberlo utilizado.
Informe PEGA
El informe provisional de la comisión PEGA sobre el uso de Pegasus y de otros sistemas de vigilancia en la UE, en el apartado sobre Grecia, considera que estas revelaciones «sugieren que el abuso de spyware es sistemático, a gran escala y parte de una estrategia política». PEGA cree que las «hipótesis de actores privados detrás de los ataques de Predator son muy poco creíbles, porque no explicaría la elección de los objetivos». Además, destaca que la gobernante Nueva Democracia (ND) no intenta esclarecer la verdad: los principales implicados no han cooperado, limitándose a asegurar que es una causa confidencial, y, en la comisión parlamentaria fue ND la que rechazó citar a dos testigos clave, los empresarios Felix Bitzios y Yiannis Lavranos, quienes han suministrado material de vigilancia al Gobierno y están relacionados con empresas ligadas a Predator, además de ser parte del entorno personal y profesional de Grigoris Dimitriadis, sobrino de Mitsotakis.
El problema de estas y otras tramas es la ausencia de evidencias: es información clasificada y, dependiendo del país, eliminada al poco tiempo de concluir la misión. Para PEGA, las instituciones y los Gobiernos de la UE practican la omertá y las empresas suministradoras de servicios se niegan a revelar los nombres de sus clientes, escondidos entre intermediarios con visas de oro comunitarias y empresas pantalla.
«Uno de los obstáculos principales en la detección e investigación del uso ilegítimo de programas espía es el secretismo», apunta PEGA. «Al mismo tiempo, los fiscales frecuentemente rechazan investigar los casos, y argumentan que las víctimas no tienen suficientes evidencias. Es un círculo vicioso que deja a las víctimas sin recursos», añade.
Divisiones Internas
Por el momento, se pueden lanzar hipótesis que, por relación y eliminación, apuntan a Mitsotakis, que sigue negando relación alguna con Predator. Ya es tarde para rectificar, pero Vaxevanis insiste en la veracidad de sus pruebas y de sus fuentes, y otros medios alejados de la izquierda confirman la autenticidad de algunos vigilados en el «Watergate griego». Nombres que airean las divisiones internas en ND e incluyen a políticos conservadores, a opositores y sus familiares, a empresarios, a periodistas... Una trama de espionaje en la que se esperan nuevas revelaciones, que, dosificadas de cara a las elecciones de 2023, probablemente hundan el rédito político de Kyriakos Mitsotakis.