Giro inesperado en la información sobre la candidatura de Enrique Maya a las próximas elecciones municipales. El propio Maya ha comparecido ante los medios en los pasillos de la Casa Consistorial para destacar que, en contra de lo publicado este miércoles por ‘Diario de Navarra’, todavía no ha tomado una decisión sobre si se presentará o no y que espera que para Navidades se pueda comunicar algo definitivo. La información publicada por ‘Diario de Navarra’ está firmada por la dirección periodística y no por los corresponsales municipales.

«Siempre he dicho que yo tengo mis tiempos. Es una decisión que tengo que tomar con tranquilidad y sigo en las mismas. Cada vez queda menos tiempo para que comunique la decisión y no tengo mucho más que decir», ha declarado Maya.

«No confirmo lo que se ha publicado. Tengo que tomar yo la decisión y tengo mis tiempos», ha insistido Maya, que ha añadido que la decisión se hará pública en torno a Navidad. «Es lo mismo que dije ayer ante la llamada de ‘Diario de Navarra’ y es lo mismo que digo hoy: ni confirmo ni desmiento», ha añadido.

Preguntado sobre si en estos momentos en su decisión pesa más la continuidad o la retirada, Maya ha respondido que «cuando hay que tomar una decisión todo es posible. En mi cabeza tengo bastante claro cuál debe ser esa decisión pero pido a todos que entiendan que es compleja, que tiene muchos efectos y que la quiero tomar con sosiego y tranquilidad y comunicarla en el momento que esté tomada».

Al preguntarle sobre si podría existir una maniobra para impedirle continuar como alcalde, Maya ha contestado que «eso me parece política ficción. Me ha llegado ese comentario, pero estoy convencido de que no».

Se ha remontado a hace doce años, cuando fue candidato de UPN por primera vez, recordando que en esos momentos su nombramiento sorprendió, ya que era un técnico que estaba alejado de la primera línea política. «Son momentos que comprendo que tienen un gran interés periodístico y ciudadano, pero cada uno hace las valoraciones que quiere. Desde el minuto uno dije que tenía que tomar una decisión y en eso estamos», ha añadido Maya, destacando que el presidente de UPN, Javier Esparza, respeta los tiempos del alcalde.

«Quiero desdramatizar la situación. Ocurra lo que ocurra, las cosas van a ir bien», ha añadido.

Junto a ello, Maya ha descartado que vaya a jubilarse. «Tengo 63 años y como diría Gila, ‘estoy hecho un mulo’», ha proclamado para subrayar que sea alcalde o no continuará con su actividad profesional.

Apoyo de Esparza

El presidente de UPN, Javier Esparza, ha mostrado su apoyo a los tiempos que necesita Maya para tomar su decisión, según ha señalado a los medios a la salida de un acto en un hotel de Iruñea. Curiosamente, se trataba de un desayuno de trabajo con el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, organizado por ‘Diario de Navarra’.

«Estamos a la espera de lo que él decida», ha señalado Esparza, que ha destacado que Maya es «es un hombre comprometido con la ciudad y con UPN».

«Para mí, Enrique es un grandísimo cartel en Pamplona», ha proclamado y ha añadido que cuando se tome la decisión la comunicarán públicamente.

«Enrique va a hacer lo que él quiera, se ha ganado el respeto de este partido y está haciendo una magnífica gestión en Pamplona», ha destacado.

Doce años en el Ayuntamiento

Al día siguiente de que Santos Cerdán anunciase que la candidata del PSN al Ayuntamiento de Iruñea sería Elma Saiz, ‘Diario de Navarra’, publicaba que Maya no se presentaría citando fuentes de UPN. Maya hoy ha señalado que habló anoche con el periodista que firma la noticia, José Murugarren, pero que le comunicó que todavía no había decidido nada.

Maya protagoniza un ciclo de doce años en el Ayuntamiento de Iruñea desde que sustituyó a Yolanda Barcina, con dos mandatos como alcalde (2011-2015 y desde 2019) y uno como líder de la oposición (2015-2019) con Joseba Asiron como primer edil.

Este último mandato comenzó con acuerdos con el PSN, quien optó por permitir que Navarra Suma gobernase como lista más votada, llegando a aprobar los presupuestos. Sin embargo, desde el PSN se denunció que se habían incumplido acuerdos y este partido se alineó con los otros de la oposición, EH Bildu y Geroa Bai, logrando una mayoría en el Pleno que ha marcado la política municipal marcando directrices y acordando decisiones.

La minoría con la que ha gobernado Maya ha quedado en evidencia en las varias reprobaciones que han padecido tanto el alcalde como los integrantes de su equipo de gobierno. La más mediática fue la que se aprobó tras el cambio de posición del PSN después de que Carlos García Adanero y Sergio Sayas rompieran la disciplina de voto de UPN en el Congreso en la reforma laboral. Pero la lista es larga.

Balance de gestión

A la hora de realizar un balance de la gestión de Maya no se puede recurrir a otro término que al de polémico. Tras su regreso a la Alcaldía, soltó que Iruñea volvía a estar gobernada por «las personas normales». Más allá de los iniciales acuerdos con el PSN, en esta legislatura se ha demostrado la incapacidad de Navarra Suma de pactar algo con alguien. Los últimos sanfermines, por ejemplo, han sido el reflejo de una manera de gobernar basada en la imposición, tomando decisiones unilaterales basadas únicamente en los deseos de Navarra Suma. Esta misma semana ha mostrado la voluntad de repetir el criticado emplazamiento de barras en la plaza del Castillo, algo que solo parece gustar al actual equipo de gobierno. También las peñas han denunciado que se ha vaciado de contenido la Mesa de los Sanfermines, en la que se supone que los colectivos afectados pueden exponer sus ideas y sus iniciativas.

Otra pincelada reciente del cuadro que ha pintado Enrique Maya es el castigo a los colectivos populares de Alde Zaharra impidiendo que saliera a las calles la comparsa txiki del barrio. La justificación fue que había quejas vecinales sobre el ruido. Y las hay, sí, pero en base a la molestia que supone convertir Alde Zaharra en un parque temático de la borrachera no porque se quiere actuar contra los grupos que trabajan a favor de que sea un barrio vivo.

En Movilidad, esta misma semana se ha criticado que se quiera subir el bidegorri a la acera en la avenida de Barañain, lo que ha provocado las críticas de colectivos ciclistas. Algo parecido a lo que ocurrió con el zigzag en la bajada del Labrit.

La pasarela del Labrit puede que sea el símbolo de la gestión de Maya. Una obra pensada para comunicar Alde Zaharra con Bigarren Zabalgunea que está inoperativa porque supone un riesgo ya que se caía a pedazos. El empecinamiento del alcalde en repararla ha supuesto que los gastos se hayan multiplicado para las arcas públicas. Y sigue cerrada.

La colocación de la una bandera navarra de grandes dimensiones en la plaza de los Fueros con un coste cercano a los 200.000 euros en un momento de crisis económica ha sido otra de las cuestionadas decisiones del equipo de Maya,

Maya cerrará esta legislatura con unos presupuestos prorrogados, la tónica general de su mandato, con la excepción del acuerdo que logró con el PSN que acabó como el rosario de la aurora. Y no será porque no ha recurrido a todas las triquiñuelas posibles. Otra evidencia más de la imposibilidad de pactar de la derecha navarra.

Sustituto y fórmula

Ahora se abre la incógnita de quién sustituirá a Maya como líder de la derecha españolista en Iruñea en caso de que finalmente no se presente. Las posibilidades son que dé un paso al frente algún integrante de su equipo de gobierno como María Caballero, Ana Elizalde o María Echávarri o que UPN traslade del Parlamento navarro a alguien con un perfil como el Ángel Ansa.

De momento, tampoco se sabe con qué siglas concurrirá, ya que tras el agotamiento de la marca Navarra Suma está todavía por confirmarse cómo se articulará el acuerdo entre UPN y PP para las elecciones forales y municipales de mayo.

Lo que ya se conoce es que frente a la derecha se presentarán Joseba Asiron como candidato de EH Bildu, Elma Saiz al frente de la lista del PSN y Txema Mauleón como cabeza de lista de Contigo Navarra-Nafarroa Zurekin. Queda por conocer quién será el candidato de Geroa Bai, quien tampoco ha decidido aún quién será su cabeza de lista al Parlamento.