Asier Robles
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

Zuazua, un comercio centenario en el corazón de Bilbo: Del Mercado de la Ribera a Erronda

Con más de 100 años de historía, el negocio familiar de plantas, semillas y flores ha llegado ya a la cuarta generación de los Zuazua. Todo empezó en 1915 con Rosario Bilbao Elorriaga en el mercado de la Ribera, y ahora es su bisnieto Mikel quien sigue sus pasos desde la calle Erronda.

Mikel abrió en 2009 la tienda en Errondabide, siguiendo una tradición familiar centenaria.
Mikel abrió en 2009 la tienda en Errondabide, siguiendo una tradición familiar centenaria. (Monika DEL VALLE | FOKU)

En pleno Casco Viejo de Bilbo, en el número 22 de la calle Erronda, se sitúa la tienda de plantas, semillas y flores Mikel Zuazua. Un negocio familiar surgido a principios del siglo XX que, adaptándose a las nuevas tendencias que iban surgiendo, ha llegado hasta nuestros días de la mano de la cuarta generación de los Zuazua, y con ganas de seguir suministrando a los bilbainos y bilbainas productos para sus huertas, jardines y balcones por muchos años más.

No es lo habitual que un negocio dure más de cien años, y menos hoy en día, donde apenas se dan relevos generacionales en el negocio familiar. Además, las crisis, los cambios tecnológicos o los cambios de gustos de la sociedad se encargan de que un comercio no se alargue demasiado en el tiempo. Zuazua también ha pasado por algunos baches. Mikel Garcia Ilardia y Lourdes Ilardia Zuazua, bisnieto y nieta de la creadora de este negocio, han contado a NAIZ su ya centenaria historia.

Todo empezó con Rosario Bilbao Elorriaga allá por el año 1915. Originaria de Gamiz-Fika, vivía en un baserri alquilado en el barrio bilbaino de La Peña junto a su marido, Felix Zuazua Arispe. Tal y como relata Lourdes, su abuelo Felix se ganaba la vida haciendo cestas para los mineros, pero como con eso no llegaba, Rosario, conocedora del mundo de los semilleros, comenzó en a cultivarlos en el caserío y venderlos en el antiguo mercado de la Ribera. No le fue fácil, ya que apenas sabía castellano y se tenía que mover en un ámbito liderado por hombres, pero se acabó haciendo un hueco.

Con fuerte arraigo en Mercado de la Ribera

En 1929 se construyó el actual Mercado de la Ribera, y Rosario se convirtió en una de las primeras concesionarias del nuevo edificio. Como en aquel entonces las mujeres no podían ser dueñas de ningún comercio, a la hora de inscribirse para conseguir los permisos municipales para su puesto de venta, lo hizo a nombre de su marido. De ahí que el negocio haya llegado hasta nuestros días bajo el nombre Zuazua. «Sin embargo, Felix no trabajó jamás en el puesto que llevaba su apellido», recuerda Lourdes.

El auge demográfico de Bilbo, la dictadura de Primo de Rivera, la República, la Guerra del 36, la posguerra, la dictadura franquista… Este negocio familiar sobrevivió a todas la idas y venidas del siglo XX. De hecho, en el último tercio de siglo hubo dos acontecimientos que dieron un fuerte revolcón al mercado de la Ribera y a ese modelo económico:

En 1971 se inauguró Mercabilbao y el mercado de la Ribera dejó de ser el centro de abastecimiento para mayoristas de la zona. Una década más tarde, las fuertes inundaciones de 1983 arrasaron el centro histórico de la capital vizcaina, y el Mercado tuvo que realizar una profunda reforma modernizando las instalaciones. Pero como dice el dicho, no hay mal que por bien no venga, y esta reconversión ayudó al mercado a llegar mejor posicionado a la última década del milenio. De hecho, en 1990 fue reconocido por el Guiness como el Mercado Municipal de Abastos Más Completo.

Pasando de generación en generación, el negocio de los Zuazua también se convirtió en una referencia en su sector y dentro del mercado de la Ribera, donde llegó a tener más de siete puestos y llegando a abastecerse con plantas traídas desde fuera de Euskal Herria.

Del Mercado a Erronda

Entre 2008 y 2009, coincidiendo con las obras de rehabilitación del mercado de la Ribera, Mikel decidió desvincularse de dichos puestos y emprendió abriendo una nueva tienda en Errodabide 22, donde ahora trabaja junto a su hermano Xabi y Ernesto.

Adecuándose a las nuevas tendencias, pero con su bisabuela Rosario en la memoria, disponen de una amplia gama de plantas de interior, jardín y demás productos de horticultura: Desde un pequeño detalle para un regalo, hasta unas plantas para cultivar en tu huerto, flores para darle un poco de alegría a tu casa o poner en tu jardín.

Aunque la tienda se sitúa en el centro del casco histórico de Bilbo, tienen también clientes de otros puntos de Bizkaia y municipios limítrofes.

«Las cosas han cambiado bastante, ahora la gente común no tiene grandes huertas, la mayoría de los clientes son personas que quieren adornar su jardín o el balcón, o personas que tienen huertas pequeñas o medianas», concluye Mikel.