Imanol cumple este viernes cuatro años desde que empezó a dirigir partidos a la Real y a convertirla en un equipo ganador que compite en todos los encuentros de todas las competiciones, se impone en la mayoría y consigue que el aficionado esté identificado siempre con sus jugadores.
El oriotarra dijo en su primer paso por el banquillo en los últimos nueve partidos de la temporada 2017-18 para sustituir a Eusebio que no se veía preparado para seguir en el puesto, que sentía demasiado la Real y prefería volver al Sanse, pero unos meses después asumió la responsabilidad tras la destitución de Asier Garitano y ha demostrado estar más que preparado.
Inició su trayectoria actual el 6 de enero de 2019 con una victoria ante el Real Madrid en el Bernabéu (0-2), con goles de Willian José, de penalti, y Rubén Pardo, que simbolizó desde el primer día lo que ha conseguido con la Real, que es capaz de competir y ganar en cualquier campo.
Imanol cogió a la Real decimoquinta con 19 puntos, a tres de la zona de descenso, con cinco victorias, cuatro empates y ocho derrotas, 18 goles a favor y 20 en contra. Encadenó diez partidos de Liga sin perder, racha que se rompió ante el Atlético en Anoeta (0-2) y, tras volver a ganar al Real Madrid en la penúltima jornada, llegó con opciones de entrar en Europa al último partido. Fue el Espanyol el que logró el billete europeo al ganar 2-0 a la Real, que acabó novena con 50 puntos, 31 conseguidos en las 21 jornadas con el oriotarra.
Unos números espectaculares
Imanol se ha convertido con sus cuatro años en el tercer entrenador de la Real que más tiempo ha aguntado en el banquillo de manera continuada después de Benito Díaz (1942-51) y Alberto Ormaetxea (1978-85) y en el segundo con mejor porcentaje de victorias por detrás del técnico del equipo campeón, que logró 157 en 324 partidos oficiales (48,4%).
El oriotarra lleva 193 encuentros oficiales dirigidos con 92 victorias (47,7%), 50 empates y solo 49 derrotas que han llevado al primer equipo blanquiazul a ganar una Copa, encadenar tres clasificaciones para la Europa League las tres temporadas en las que ha comenzado en el banquillo y a ser firme candidato a cumplir con la cita de la Real con la Champions de cada diez años tras lograr clasificarse en 2003 y 2013.
Esta temporada su porcentaje de victorias alcanza el 71%, 17 de 24, porque ha sometido a la Real a un proceso de mejora continua que alcanza su máxima expresión a pesar de la acumulación de partidos por el Mundial y de las múltiples e importantes bajas que ha sufrido, que no han hecho más que demostrar su capacidad como entrenador de buscar soluciones a todos los problemas que ha encontrado su equipo.
Conexión con los jugadores
Y todo lo ha conseguido con su habilidad para conseguir conectar con sus jugadores tanto en el aspecto personal por su carácter, como sobre todo en lo profesional. Ha conseguido que sus jugadores crean en todo lo que les propone y asuman el nivel de exigencia establecido en los entrenamientos.
Ha conseguido que compitan desde el minuto 1 al 90 de cada encuentro sin perder la concentración en ningún momento y vayan a ganar cada disputa como si de ella dependiera el objetivo. Así la Real se ha convertido en un equipo difícil de jugar que apenas concede ocasiones de gol. La Real despidió la pasada temporada 25 de sus 51 partidos oficiales sin encajar gol y ésta lleva 11 de 24.
Eso garantiza no perder y además en ataque consigue tener el control del juego y casi siempre marcar algún gol con la calidad de sus jugadores ofensivos para sumar victorias. Una Real en un proceso de mejora continua que ha conseguido competir cada tres días cuando antes le costaba mucho hacerlo.