Gran Bretaña está en pleno invierno de huelgas que demandan subidas salariales y se van acumulando: en el sector sanitario, de transporte, almacenamiento, servicio postal, de seguridad, y siguen aumentando los sectores. Ante esta realidad, el primer ministro, tras haberse negado de plano a subidas de dos dígitos, se ha pronunciado dando un discurso en Londres en el que ha declarado que «es necesario cambiar la manera en la que funciona el país, lo que requiere un cambio de mentalidad».
¿En qué se traduciría eso? Según ha adelantado el diario ‘The Times’, entre otras cuestiones, en una nueva legislación que frene las huelgas. Así, Sunak tendría la intención de hacer que las acciones sindicales de huelga fueran ilegales en algunos sectores si no se cumplen los servicios mínimos que decretan sus ministros. ‘The Times’ afirma que la legislación haría cumplir esos servicios mínimos en seis sectores, que incluyen la sanidad, el ferrocarril, la educación, los bomberos y la seguridad de fronteras, en los que se obligaría a que una proporción de trabajadores sindicados siguiera trabajando y, en caso de negarse a hacerlo, permitiría a los empresarios a despedirlos e incluso a demandar ante los tribunales a los propios sindicatos.
Según las fuentes que contactó el diario conservador, «esta legislación eliminará la inmunidad legal para las huelgas cuando los sindicatos no se comprometan a implementar los servicios mínimos que el Gobierno establezca. Las huelgas serán ilegales. Y en última instancia, los trabajadores podrían ser despedidos por incumplimiento de contrato».
Empeorar una mala situación
Sin embargo, parece poco probable que esa nueva legislación afecte directamente o corte de raíz la actual oleada de huelgas. Incluso si la legislación pasa los obstáculos en la Cámara de los Comunes y los Lores, los sindicatos, que se muestran indignados con la posición antisindical y contraria al compromiso y la negociación de Sunak, ya han anunciado que impugnarán esa legislación y la llevarán a los tribunales.
El líder de la oposición, Keir Starmer, ha dicho que el futuro gobierno laborista derogará la legislación antihuelgas de Sunak, y afirma que «no creo que esta legislación vaya a funcionar, solo hará empeorar una mala situación».