Y Meloni se quedó sin gasolina. La primera minicrisis de su nuevo gobierno se ventila en las autopistas, en los depósitos y en los puntos de repostaje.

Resulta, de hecho, que entre las prioridades de «doña Giorgia» antes de formar su gabinete destacaba la lucha contra los precios desorbitados de los carburantes, provocados tanto por la guerra en Ucrania como por los impuestos, que en Italia tienen un nombre casi mitológico: las accise.

Pero no ha ocurrido nada de eso. Más bien todo lo contrario. Y para el 25 y 26 de enero las estaciones han convocado huelga.

Bienvenido 2023

A veces las redes sociales hacen muy buen periodismo, cuando actúan como testigas directas de hechos. Y así ha ocurrido esta vez: mientras todo el mundo estaba celebrando con petardos y champán el año nuevo, a las 23.59 del pasado 31 de diciembre un valiente grabó un video que se convirtió enseguida en viral. En una gasolinera los precios de los carburantes subieron 25 céntimos con un mero clic.

De modo que los descuentos en los precios ordenados por el Gobierno Draghi, cuando todavía estaba en el cargo, se volatilizaron en unos nanosegundos. Y en dos semanas el carburante ha subido hasta el 50% en algunas áreas de servicio de las autopistas. Se han visto precios de 2,50 euros por litro para repostar gasoil mientras el precio del petróleo iba descendiendo.

El fisco ridiculizado en un vídeo macarrónico de Meloni hace tres años... es ahora la Hacienda que ella gestiona

Bienvenido 2023, mientras tanto, en la lejana provincia de Pordenone, donde Italia hace frontera con Eslovenia y la gasolina cuesta menos. Allí se formaban colas kilométricas de coches y de camiones de todo tipo.
«Es culpa de la guerra en Ucrania», «Es culpa de los impuestos que no podemos suprimir»... las excusas oficiales se suceden. «No puedo cortar ahora los accise –ha explicado Giorgia Meloni en su vídeo en sus redes sociales– porque esta medida equivaldría a perder mil millones de euros. Hemos decidido dar este dinero a los más necesitados y reivindico esta decisión como una forma de justicia social».

La líder ultraderechista ha intentado poner un parche comunicativo y «echar el balón a la grada». Probablemente porque sabía que muchos iban a recuperar un antiguo vídeo en que «doña Giorgia» cargaba contra los impuestos sobre la gasolina.

En este vídeo de un minuto y 20 segundos, un poco triste y gris, grabado en 2019, Meloni va a repostar. Y cuando tiene que pagar 50 euros, el titular de la gasolinera le explica que de esa cantidad de dinero 35 euros van a parar al fisco, es decir a Hacienda. El fisco es interpretado por un chaval con maleta y gafas de sol, aspecto medio mafioso, que aparece de repente al lado del coche de Meloni. «¿Habéis visto? Es una vergüenza. Es una medida vieja como el invento de la combustión», concluye.

Etiopía

Olvidémonos ahora por un momento de la calidad del video y de los anuncios populistas («Queremos que desaparezcan los impuestos y que baje el IVA»). Ahora su gobierno es el encargado de tomar estas decisiones, y es entonces cuando surgen las dificultades.

Es cierto que las accise y el IVA pesan mucho, casi el 60%, en el coste de los carburantes. Hay hasta 19 de estos microimpuestos que se han ido acumulando durante décadas: algunos son realmente absurdos, casi de chiste. La mayoría no tiene nada que ver con la gasolina y aparecen como los trastos que no se sabe dónde meter y que el Estado decidió incluir en el precio de los combustibles bajo una especie de «cobro de deudas».

Una de las 19 ‘accise’ es un reembolso por la guerra que durante el fascismo Italia libró con Etiopía (1936-38)

No se explica si no cómo una de estas 19 accise es un reembolso por la guerra que durante el fascismo Italia libró con Etiopía (1936-38). O cómo por cada desastre ambiental como terremotos o inundaciones acaban subiendo los combustibles para así reconstruir las zonas afectadas.

Giorgia Meloni contra sus enemigos: las 19 accise más los repostadores que, enfadados, han promovido una huelga para los 25 y 26 de enero. Dos días intrasemanales que afectarán notablemente a muchos camioneros simpatizantes seguro de Fratelli d’Italia y que sin duda esperaban políticas distintas.