El 9,5% de los pacientes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y el 7,7% de los de Nafarroa que en 2022 necesitaron acceder a una consulta de Atención Primaria por padecer un «verdadero problema de salud» no pudieron hacerlo, según un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).
El informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública no entra en el recorrido de estos pacientes una vez que se vieron obligados a descartar el centro de salud para su atención, pero las opciones más previsibles pasan, a juicio de su portavoz, Marciano Sánchez Bayle, por ir a las urgencias hospitalarias, lo que explica su actual saturación, acudir a la sanidad privada o esperar a que el problema se resuelva espontáneamente.
En cuanto a las demoras, el informe revela que, en 2022, el 77% de los pacientes de la CAV encuestados tuvo una demora superior a dos días en las consultas de Atención Primaria, mientras que un 29,5% sufrió retrasos de siete días o más. La media de demora se situó en algo más de 5 días.
En el caso de Nafarroa, el 67,30% de los encuestados esperó por más de dos días para ser atendidos y el 29% de los pacientes tuvo que esperar por más de siete días. La media de espera se situó también por encima de los siete días.
Se trata de una situación «intolerable», ya que una demora prolongada es «incompatible con la accesibilidad que debería tener la Atención Primaria y explica el malestar de la ciudadanía y de los profesionales», ha argumentado Sánchez Bayle.
El informe de la FADSP constata que las consultas médicas telefónicas no resultan cómodas al 55,7% de los ciudadanos de la CAV y para un 54,40% de los de Nafarroa. Un 67% de los ciudadanos de Hego Euskal Herria encuestados creen que por teléfono se explican peor que en una consulta presencial. En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa son el 52,5 % los que no entiende las indicaciones del médico igual de bien al teléfono, cifra que desciende hasta el 43,80 % en Nafarroa.
Sobre este asunto, la FADSP asegura que las consultas telefónicas retrasan el diagnóstico y suponen una barrera en el acceso para las personas mayores. Alrededor del 43% de los ciudadanos de Hego Euskal Herria opina que todas las consultas deberían ser presenciales y aproximadamente un 53 % admite ambos formatos.
Según el barómetro sanitario de 2022 recogido en este informe, la opinión de la ciudadanía es más favorable a la sanidad pública, que elige el 76% de los habitantes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y el 77,6% de los de Nafarroa.
A la hora de necesitar asistencia sanitaria, en los últimos doce meses, el 61,5% de habitantes de la CAV y el 65,5% de los de Nafarroa acudió al sector público, frente a un 5,4% y el 2,8% que recurrió al privado. Hubo, además, un 11,3% de pacientes de la CAV y un 7,9% de Nafarroa que utilizó ambos.
La nota que la ciudadanía da a la Atención Primaria en general es de 6,58 en el conjunto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, una cifra que empeora con relación a 2019, antes de la pandemia, cuando la valoración llegaba al 7,55. En Nafarroa, los pacientes puntuaban con un 7,34 puntos la sanidad en 2019, una cifra que ha caído hasta el 6,51.