El PNV apoya al PSOE en el Gobierno de Madrid y ambos partidos son socios en las principales instituciones de la CAV, en este caso en el Gobierno de Lakua, la Diputación de Araba y el Ayuntamiento de Gasteiz. Pero se acercan las elecciones municipales y forales del 28 de mayo, y no es un detalle menor que la actual consejera Beatriz Artolazabal –que casi cada día tiene un acto público– es la candidata jeltzale al Consistorio gasteiztarra.
Y en este contexto se ha abierto una confrontación entre ambos partidos por la intención del Gabinete Sánchez de convertir la abandonada Clínica Arana de la capital alavesa en un centro de acogida para 350 refugiados. Lo llaman Centro de Acogida de Protección Internacional, contra el que se han pronunciado Lakua, Diputación, Ayuntamiento, asociaciones que trabajan en el ámbito de la protección de refugiados, EH Bildu y hasta Elkarrekin Podemos.
El enfrentamiento tuvo ayer dos frentes. Uno, el institucional entre la Delegación del Gobierno español, que dijo que Lakua le pidió ese edifico hace cuatro años para recibir inmigrantes, y la todavía consejera y candidata, Beatriz Artolazabal, que lo negó, a lo que Denis Itxaso respondió que quien hizo la petición fue concretamente Jonan Fernández. El segundo frente fue el partidista, con acusaciones de uso electoralista de la polémica.
Frente institucional
El delegado del Gobierno español en la CAV, Denis Itxaso, reveló que «hace escasamente cuatro años, desde Lehendakaritza, a esta Delegación del Gobierno se le pidió habilitar la Clínica Arana en aquella crisis migratoria que se produjo como consecuencia de la llegada masiva de pateras a la Península».
«¿Alguien me quiere explicar por qué habría que paralizar un proyecto en un espacio que el Gobierno vasco veía idóneo hace cuatro años para los migrantes en tránsito?», se preguntó en alusión a las críticas vertidas por cargos institucionales del PNV contra el centro de refugiados que el Gobierno español quiere instalar en la antigua Clínica.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal respondió que, por el contrario, la habilitación de este inmueble para acoger a migrantes en tránsito fue una «oferta» trasladada al Ejecutivo autonómico por el anterior delegado del Gobierno, Jesús Loza. Aquel ofrecimiento –según indicó– fue rechazado porque las características del edificio «no son acordes a un modelo individualizado e integrador», y porque el inmueble está afectado por aluminosis.
Por su parte, Itxaso precisó que, tras aquel primer intento que no prosperó, el pasado junio el secretario general de Transición Social y Agenda 2030, Jonan Fernández, pidió a la Delegación conocer el centro, lo que dio lugar a una visita encabezada por la directora de Derechos Humanos, Monika Hernando.
Bronca entre socios
El tema ha derivado también en bronca entre los socios de Gobierno, Diputación y Ayuntamiento de Gasteiz. El secretario general del PSE, Eneko Andueza, afirmó en una entrevista en Radio Euskadi que «muy malas tienen que ser las encuestas que maneja el PNV para que mantengan este discurso y este posicionamiento tan claramente electoralista».
Según su versión, hacía «meses» que las instituciones locales conocían el proyecto y «no han abierto la boca hasta que, casualmente, a las puertas de las elecciones muestran su disconformidad». Eneko Andueza incidió en el hecho de que la consejera Artolazabal es la candidata del PNV a la Alcaldía de Gasteiz.
El parlamentario del PNV Joseba Díez Antxustegi calificó estas palabras de «injustas e inaceptables» y acusó a Andueza de mentir porque su partido no tenía «ningún detalle de qué se iba a hacer ni cómo se iba a hacer este centro». Le instó a que «deje de hacer demagogia y sea sensible a lo que las instituciones vascas y los agentes implicados están proponiendo».
Otras voces
El proyecto del Gobierno de PSOE-UP ha sido criticado por Cáritas, Zehar-Errefuxiatuekin y hasta por Elkarrekin Podemos, miembro del Ejecutivo de coalición de Pedro Sánchez.
Desde EH Bildu, la edil soberanista en el Ayuntamiento de Gasteiz Rocío Vitero mostró su rechazo al modelo basado en «macrocentros», y reclamó unos recursos de primera acogida «descentralizados y de cercanía que favorezcan los procesos de atención e inclusión».
Rocío Vitero reconoció su «sorpresa» por la licitación de este proyecto y consideró llamativa la «falta de explicaciones públicas previas por parte del PSE y del PNV».