Después de una larga travesía rojilla por el desierto, El Sadar volverá a acoger una de esas grandes citas en las que las gradas se convierten en un hervidero en medio de un frío helador –incluso hay previsión de nieve a medianoche–, con iniciativa incluida en defensa de símbolos y aplauso en el minuto 20 en favor de los valores del equipo y su afición.

Uno de esos encuentros en los que el espíritu de lucha mitiga el cansancio en las piernas y lo mucho que hay en juego provoca que haya que dejarse sobre el césped hasta el último aliento.

Aunque la escuadra navarra ya jugó los cuartos coperos en 2007 y 2010 –entonces a doble partido y perdiendo en ambas eliminatorias–, habría que retrotraerse hasta febrero de 2005 para rememorar un envite similar.

Y frente al mismo rival, un Sevilla ante el que los anfitriones remontaban el 2-1 de la ida, gracias a las dianas de Valdo, Cuéllar y Muñoz. Fue el paso previo para medirse en semifinales al Atlético de Madrid, dejarlo en la cuneta y plantarse en la final contra el Betis.

Un ilusionante camino que los pupilos de Jagoba Arrasate quieren ahora repetir, aun a sabiendas de lo complicado de la empresa y de que hacer las cuentas de la lechera sería justamente lo más contraproducente para conseguirlo.

Pese al infernal horario, el estadio iruindarra, que no vive en su seno un duelo copero desde hace casi cuatro años y medio, registrará prácticamente el lleno para llevar en volandas a los suyos.

En ese once es segura la vuelta de Lucas Torró, que cumplió sanción ante el Elche, así como la Sergio Herrera a la portería, héroe de la tanda de penaltis que acabó eliminando definitivamente al campeón en el Benito Villamarín.

La gran duda estriba en si Moi Gómez, que se resintió en el Martínez Valero de sus molestias musculares, será de la partida. De momento, el alicantino ha entrado en la convocatoria, a la espera de ver su evolución.

La otra gran incógnita es si Moncayola ejercerá como lateral derecho, en detrimento de Diego Moreno, o Arrasate lo ubicará en la medular para darle más consistencia a la sala de máquinas rojilla.

Pese al pobre segundo tiempo ante los ilicitanos, Osasuna vive uno de sus mejores momentos, todo lo contrario que su rival, un Sevilla decepcionante en lo que se lleva de temporada, pese a haber salido de la zona de descenso este pasado fin de semana.

Ello no le priva de ser un adversario peligroso por la importante nómina de jugadores que atesora, pese a que no dejase constancia de ello en la eliminatoria que le midió la pasada semana frente al Alavés en Mendizorrotza.

De hecho, el cuadro que dirige Jorge Sampaoli aspira a dar en Iruñea ese giro de timón que necesita para enderezar una irregular trayectoria, poco acorde con el presupuesto económico que maneja.

Arrasate: «Equilibrio mental»

Para el técnico rojillo, uno de los factores clave para superar la eliminatoria será guardar el «equilibrio mental», ya que habrá momentos «en que te ves fuera, otros dentro y momentos en los que puede haber una prórroga. Hay que tener ese equilibrio para no irte del partido, ni venirte arriba».

En ese sentido, ha insistido en que será «más importante» la cabeza que las piernas en un partido con ambiente especial. «Cada día que pasa la gente está con muchas ganas de jugar el partido con nosotros. A ver si tenemos una noche mágica», ha precisado.

«Es un partido especial y eso se palpa. Nos hemos ganado el derecho de jugar porque hicimos un gran partido el miércoles pasado. Todos queríamos jugar en casa, se ha cumplido y ahora queremos dar nuestra mejor versión», ha manifestado.

El preparador de Berriatua ha explicado que «tengo la sensación de que el equipo estaba preparado contra el Betis para un partido largo. Todo lo que iba pasando fue bueno para nosotros y malo para ellos», además de destacar la «importante» preparación física, que también será esencial para este próximo envite, «especial y bonito».

Ha calificado de «rival complicado» al Sevilla, «como no puede ser de otra manera», porque se trata de «un equipo valiente y agresivo, que va a por los partidos. Cuenta con unos futbolistas que ya tienen la experiencia de haber participado en cuartos y alguna final», ha advertido.

Le ha correspondido su homólogo en el otro banquillo. Sampaoli ha señalado que Osasuna «es un equipo con una gran agresividad, una buena organización, mucha velocidad y transita muy bien cuando recupera el balón».

Yoel Ramírez regresa al Promesas

Yoel Ramírez, que militaba en el Cirbonero, regresa a Osasuna para reforzar la portería del Promesas, después del baile de guardametas del club rojillo con motivo de la salida de Juan Pérez al Huesca y por la lesión de Darío Ramos.

El cancerbero maño, que estuvo seis temporadas bajo el paraguas rojillo, firma hasta junio de 2023. Llegó a Osasuna en edad cadete y llegó a ser internacional con la selección española sub 16.

Posteriormente fue ascendiendo en las diferentes categorías del fútbol base hasta llegar al filial. La campaña pasada defendió los colores del Subiza, que se quedó cerca del ascenso a Segunda RFEF.

A punto de cumplir 21 años, en el Cirbonero ha disputado un total de 15 encuentros ligueros, además de otro copero frente al intercity, eliminado este último con muchos apuros por el Barcelona.