La noticia saltaba con el arranque de la semana: tres empresarios de Donostia habían sido detenidos acusados de explotación laboral. Se trataba de hosteleros que prometían contratos a personas migrantes, que se encontraban siempre en una situación administrativa irregular y a las que obligaban a trabajar de lunes a domingo entre doce y quince horas diarias. No había derecho al descanso. Así se desprende de la investigación conjunta de Inspección de Trabajo y la Policía española.
Tras el revuelo inicial se confirmaba que los abusos se daban en los bares Senra de la Parte Vieja donostiarra (calle 31 de Agosto y Narrika) y ahora, días después, se confirma que otro tanto ocurría en el bar que uno de los empresarios regenta en Hondarribia.
El local lleva el mismo nombre y, curiosamente, el día que la noticia estalló en los medios cerraba el establecimiento «mandando unos días a casa» a sus trabajadores y trabajadoras. Así lo ha detallado el sindicato LAB esta mañana en Donostia, en la concentración que ha celebrado frente a uno de los bares.
Según han avanzado sus portavoces, una vez hecha pública la noticia de la capital guipuzcoana, dos trabajadores del local de Hondarribia se han acercado al sindicato a denunciar sus casos y corroborar que han sufrido lo mismo. «Trabajaban sin contrato laboral, con jornadas de hasta quince horas». También han confirmado que van a presentar sendas denuncias ante Inspección de Trabajo este viernes o el lunes de la semana que viene.
Tal y como ha relatado el portavoz sindical Iker Beristain, en Hondarribia era «vox populi» que el empresario daba empleo a personas migrantes que no tenían regularizada su situación. «Se han aprovechado de una situación de indefensión total para abusar» de estas personas.
Precisamente es la indefensión en la que se encuentran lo que dificulta que estos trabajadores denuncien; por ello, LAB ha animado a no tener miedo. «Muchas personas se han podido ver reflejadas, les aconsejamos que se acerquen y denuncien», ha pedido Olatz Arrieta.
El próximo martes, día 31, LAB llevará a cabo una concentración frente al bar Senra de Hondarribia.
Se calcula que unas 40 personas han podido sufrir explotación laboral en los últimos meses al menos. En Donostia había 21 personas trabajando en los dos locales cuando Inspección de Trabajo puso el caso en conocimiento del Grupo Operativo de Extranjeros de la Policía española. LAB ha cifrado en 12 los empleados de Hondarribia, aunque dada la fuerte estacionalidad del sector de la hostelería, la cifra podría ser más elevada.
Una carta de exempleados
Esta mañana el bar de la calle 31 de Agosto amanecía con un escrito pegado en su cristalera donde, supuestamente, varios empleados y ex empleados con nombre y apellidos desmienten todo lo publicado por los medios esta semana. Hablan de «fake news».
Desmienten que se les ofrezca regularizar su situación, como también desmienten que el sueldo apenas supere los mil euros. Hablan de una prima por «buen comportamiento» y «producción». Niegan, asimismo, las jornadas de más de doce horas, y agregan que «el señor Enrique Senra fue la única persona que nos brindó una oportunidad laboral sin importar nuestra condición».
LAB no ha dado «ni credibilidad ni legitimidad» al escrito, y recuerda que tanto las pruebas recabadas en la investigación que dio lugar a las detenciones como las declaraciones que han podido tomar a varios empleados demuestran que la explotación laboral era una praxis habitual. «Estas personas que van a denunciarlo no quieren dar sus nombres públicamente, pero el modus operandi es un calco. Este escrito es un lavado de imagen», han valorado.
Por último, han instado a Inspección de Trabajo a mantener una actitud más proactiva y tramitar las denuncias con celeridad, dado que se suelen demorar «meses». «En la hostelería de Gipuzkoa en general, y en la de Donostia en particular, hay mucha economía sumergida. Estamos ante un sector muy precarizado. Y en esa precarización no ayuda que el convenio colectivo de la Hostelería Gipuzkoa no se haya renovado desde hace trece años».
LAB ha deslizado la probabilidad «más que posible» de que lo ocurrido en los locales Senra esté sucediendo en otros bares de la capital guipuzcoana.