La Real Sociedad y Mikel Oyarzabal se han comprometido hasta el año 2028, con lo que el club blanquiazul apuesta por su jugador estandarte en el momento más difícil de su carrera y el capitán reitera la fidelidad que ha mostrado en los más favorables.
 
El club blanquiazul ha anunciado este viernes la renovación de su capitán una vez superada su grave lesión de rodilla, sin esperar a que dé su mejor rendimiento, de la misma manera que el jugador no ha esperado a entrar en el último año del contrato que firmó en 2018 para buscar una renovación más favorable.

Mikel Oyarzabal, que en abril cumple 26 años, debutó con el primer equipo de la Real el 25 de octubre de 2015 en la victoria conseguida por 0-4 en el campo del Levante con David Moyes como entrenador. A pesar de su juventud, acumula 230 partidos de Liga, 31 de Copa, con el gol que decidió la final ganada al Athletic, 19 de Europa League y uno en la Supercopa. 281 encuentros oficiales en los que ha marcado 80 goles.

Además de ser el mejor jugador del equipo, es el referente de la Real, con un compromiso con su club, una calidad y una relación con los aficionados que ha ayudado a la entidad blanquiazul a crecer y a responder a la apuesta que su presidente Jokin Aperribay y el jugador realizaron cuando el Athletic intentó ficharlo previo pago de su cláusula de rescisión.

La renovación por cinco temporadas más, el capitán acabaría el contrato con 31 años, encaja además en la apuesta del club por mantener a los mejores jugadores para dar continuidad el nivel competitivo que le ha permitido ganar una Copa, clasificarse tres años seguidos para la Europa League y estar tercero ahora en la Liga.

Agradecido por la confianza

Tras firmar su contrato hasta 2028, Mikel Oyarzabal ha manifestado a través del club que «estoy muy contento. Siempre es una buena noticia poder continuar más años en el equipo que uno quiere y más cuando vengo de lo que he vivido este año, que ha sido distinto y difícil. Le tengo que agradecer al club la confianza y que me dé la oportunidad de poder seguir tantos años».

Ha demostrado su carácter competitivo, el que transmite el equipo en el campo, al añadir que «estoy contento y orgulloso de lo que he hecho y de lo vivido en el club, pero tengo ganas de seguir consiguiendo objetivos y de ayudar a la Real a crecer».

Debutó en una temporada difícil que acabó con la destitución de Moyes, luego conoció la de Eusebio y, al recordar esos momentos duros, Oyarzabal ha señalado que «es positivo vivir años en los que las cosas no han salido tan bien para valorar lo que vivimos ahora como se merece. Tiene un mérito increíble lo que hacemos en los últimos años. Los que vienen y los que suben del Sanse llegan con esa idea de ayudar y hacerlo lo mejor posible para que el club y el equipo siga estando ahí arriba».

En esa línea, ha destacado que «lo más importante es ver donde estaba el club hace diez-quince años y tener la oportunidad de vivir los que vivimos ahora. Pocos pensarían hace unos años esto. Hay que aprovechar la buena dinámica y la ola que llevamos, alargarla lo máximo posible en el tiempo. Se ve que las cosas se hacen bien, no solo el equipo, también a nivel institucional. La gente de aquí se quiere quedar y la de fuera quiere venir. Todo es muy positivo y debemos intentar mantenerlo».

El capitán blanquiazul ha recompensado con su renovación el apoyo que siente: «Nunca voy a poder agradecer todo ese cariño que recibo de la afición y de todo el mundo. Cada vez que salgo a la calle o a jugar el cariño y lo que me transmite la gente siempre ha sido muy positivo y les estoy muy agradecido».

Asume su papel de líder del equipo y recuerda que «lo que va a hacer que la gente siga tu ejemplo es lo que haces en el día a día. Hacerlo lo mejor posible en Zubieta, vivir de la mejor manera con la familia que hemos formado en Zubieta. Es algo muy positivo que hemos conseguido en los últimos años y predico con el ejemplo para que el resto lo vea así».