Ekopol, grupo de investigación interdisciplinar del sistema universitario vasco reconocido desde el año 2018 por el Gobierno Vasco y la UPV/EHU en el que colaboran miembros del Basque Center for Climate Change (BC3) y de Ikerbasque, acaba de publicar un informe científico firmado por el ingeniero Gorka Bueno, que demuestra el funcionamiento ilegal y contaminante de la incineradora de Zubieta.

El título del trabajo es ‘Análisis de los registros de las medidas en continuo de las emisiones (Sistema SMEC) a la atmósfera en la incineradora de Zubieta en 2020 y 2021’, y está realizado con datos extraídos de la documentación proporcionada por la Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental del Gobierno Vasco. Según fuentes consultadas por NAIZ, parte de esa documentación ha tenido que ser requerida a través de la Comisión Vasca de Acceso a la Información Pública y con alguna intervención del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ante la falta de respuesta del Ejecutivo de Lakua.

A la hora de entender el contenido del informe, hay que tener en cuenta que, por ejemplo, cuando se habla de una superación de los niveles de contaminación admisibles, se está diciendo que cada una de ellas es un incumplimiento de las condiciones del permiso de funcionamiento de la incineradora y debería dar lugar a una actuación correctora o sanción por parte del Gobierno de Lakua, y no se conoce ninguna.

Según este informe científico, en 2020 y 2021 se produjeron nada menos que 2.033 superaciones de los Valores Límite de Emisiones semihorarias de sustancias y partículas, casi la mitad de ellas son de NOx, un término genérico que hace referencia a un grupo de gases muy reactivos [tales como el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2)] que contienen nitrógeno y oxígeno en diversas proporciones. En la atmósfera, los óxidos de nitrógeno pueden contribuir a la formación de ozono y tener consecuencias para la salud. También contribuye al calentamiento global y puede provocar lluvia ácida.

Información ocultada

Las conclusiones del informe científico del ingeniero Gorka Bueno confirman las sospechas de la Guardia Civil sobre la existencia de una gran emisión contaminante al aire en el funcionamiento de la planta, especialmente en la primera mitad del año 2020, cuando operó sin contar todavía con la Autorización Ambiental Integrada, y que está siendo ya objeto de investigación judicial. Los periodos de prueba están aceptados por la ley, como se recoge en el estudio, pero en unas condiciones que no se cumplieron en la incineradora de Zubieta. Según el estudio, «esta situación es anómala y abiertamente ilegal».

Resulta llamativo que la Guardia Civil, como dejó constancia en el juzgado, pidió reiteradamente a los responsables de la incineradora los datos logrados para este informe, pero solo les dieron las medias diarias de emisiones y no las semihorarias, que son las que figuran en este estudio.

A la Guardia Civil le sorprendió, además, que los responsables de la incineradora reconocieran abiertamente que la instalación había comenzado a funcionar durante meses, supuestamente en pruebas, sin aditivos necesarios para la depuración de gases, como es el caso del amoniaco, por lo que su informe ante el juzgado auguraba «un incremento en la cantidad de gases NOx emitidos por encima de la permitido». Y este estudio recoge que en ese periodo, entre febrero y junio de 2020 se produjeron 1.390 superaciones de los valores límites en la Línea 2 y 532 en la Línea 1. En total, 1.922 incumplimientos de la normativa.

Las paradas multiplican por 20 lo recomendable

El informe publicado por Ekopol detalla que los hornos de la incineradora tuvieron 240 paradas no programadas en los dos primeros años de funcionamiento, una parada por semana en cada línea cuando lo habitual es que no sean más de tres al año y lo aconsejado por la Unión Europea para contaminar lo menos posible es evitar que se produzcan paradas.

Estas paradas constituyen un funcionamiento diferente de las condiciones normales de actividad, especialmente si las paradas son no planificadas y derivadas de alarmas o averías; estos sucesos deben minimizarse al máximo, tratando de garantizar un funcionamiento de la incineración lo más continuo posible. Pero en la incineradora de Zubieta se produjeron 240, cuando lo recomendable en dos años, como mucho, hubieras sido 12, 6 por línea. Y lo mejor, una al año.

¿Y, por qué es mejor no parar? Pues porque durante las paradas y los arranques es cuando más partículas contaminantes se emiten a la atmósfera. El estudio determina que «las abundantes paradas y arranques de la instalación han sido una importante fuente de emisiones de sustancias contaminantes, aunque también surge una duda razonable sobre si durante estos periodos de supuesta ‘parada’ se estaban incinerado residuos, debido a la ausencia de control automático de alimentación de residuos a los hornos-caldera».

No tener parada automática se nota

Este medio ya publicó que tanto el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) como la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, reconocieron que la incineradora de Zubieta no tiene «un sistema automático que impida la alimentación de residuos» cuando «el valor medio semihorario de concentración de partículas supere el valor límite de 150mg/Nm3», como exige la normativa internacional y la resolución del 11 de abril de 2016 que la Viceconsejería de Medio Ambiente hizo pública para fijar la Declaración de Impacto Ambiental de la instalación.

Oficialmente se restó importancia a este incumplimiento, aduciendo que ya había un operario que debe «comprobar y reaccionar» cuando «recibe una pre-alarma de riesgo de superar las emisiones».

Pero esta fórmula, además de incumplir la normativa, no funciona, porque el estudio científico de las emisiones demuestra que se ha estado contaminando durante horas en múltiples ocasiones. Y ello lleva a una segunda irregularidad en esta materia, y es que la incineradora tampoco dispone –al menos en febrero y marzo de 2020, según afirma Gorka Bueno– del sistema de enclavamiento (bloqueo) que exige la normativa, para cuando se sobrepasan las 4 horas consecutivas de funcionamiento con superaciones de los Valores Límites de Emisión. El informe recoge, por ejemplo, una concatenación de superaciones consecutivas durante 26 horas sin reacción del sistema en la Línea 1 y en la Línea 2 hubo una concatenación de superaciones consecutivas durante 4 días y 10,5 horas.

Además de todo lo anterior, el informe descubre que los responsables de la incineradora están ocultando las emisiones producidas en las constantes paradas en las declaraciones que deben hacer a los registros oficiales, lo que les permite maquillar los resultados finales.

Sin reacción de Lakua

Cabe destacar que la información que figura en este informe publicado por el ingeniero Gorka Bueno en Ekopol están extraídos, a veces con fórceps, de la documentación proporcionada por la Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental, es decir, el Gobierno es plenamente consciente de ello.

Sin embargo, no consta que haya adoptado ningún tipo de medida contra la empresa que gestiona la incineradora de Zubieta pese a las numerosas infracciones constatadas.

En estos momentos está siendo la Fiscalía quien sigue recopilando información para los distintos procesos judiciales abiertos en los juzgados de Gipuzkoa.

La consejera Arantxa Tapia, debe comparecer este martes en el Parlamento de Gasteiz para dar cuenta de las irregularidades en la incineradora de Zubieta detectadas y denunciadas en su momento por GuraSOS.