Agustín Goikoetxea

PNV y PSE polemizan con una peatonalización parcial de la Gran Vía que no llega

A las puertas de los comicios locales, el PSE quiere confrontar dialécticamente con el PNV con la peatonalización parcial de un tramo de la Gran Vía bilbaina. El alcalde, al que sus socios acusan de frenar el plan, niega el «veto» mientras EH Bildu recuerda que es un acuerdo no cumplido desde 2018.

Gran Vía, en el tramo plaza Circular a Alameda Urquijo.
Gran Vía, en el tramo plaza Circular a Alameda Urquijo. (NAIZ)

La peatonalización del tramo de Gran Vía desde la plaza Circular hasta Alameda Urquijo es el segundo motivo de roce entre PNV y PSE en el Ayuntamiento de Bilbo en sus años de gobierno compartido.

La concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, que es la candidata del PSE a la Alcaldía, fue la encargada de encender la mecha de una polémica que el alcalde considera «artificial». La dimensión del asunto lo da que el propio secretario general del PSE haya alimentado este miércoles la controversia con unas declaraciones en Onda Vasca en las que ha señalado a Juan Mari Aburto como el responsable de la paralización del plan por «electoralismo» y porque «le haya dado cierto vértigo».

«El alcalde no lo ve ahora y, por tanto, está en su mano en este momento. La pelota está en su tejado», expuso Abete en el arranque de la controversia en los medios, quejándose de que sus socios frenaban unos planes que avalan los técnicos de Movilidad. Este miércoles le ha contestado el propio Aburto, quien reconoce «dudas» y ha pedido tiempo para tomar decisiones con «un mayor conocimiento y causa, en mi caso».

Abete ha insistido esta mañana en los informes técnicos que sustentan la peatonalización y ha mostrado su voluntad de que se ponga en marcha «lo antes posible, porque es una medida que nos hemos comprometido a hacer, porque la vemos positiva y porque creemos que es buena para los bilbainos».

Desde la oposición, la portavoz de EH Bildu, Jone Goirizelaia, ha recordado al Gobierno municipal que es un acuerdo unánime adoptado en 2018 en el marco del Plan de Movilidad Urbano Sostenioble (PMUS), que no han cumplido. «Se trata de una apuesta por un modelo de ciudad sostenible, que da prioridad al peatón frente al vehículo, pero está claro que anteponen otro tipo de intereses a implantar este modelo», ha añadido.

«Ningún veto»

En declaraciones a los medios, Juan Mari Aburto ha tratado de frenar la que se ha convertido en la primera polémica de la precampaña. «Hay un proyecto encima de la mesa, como tantas veces, con la implicación de concejales diferentes, y no hay ningún veto. Quien me conoce, sabe que mi forma de trabajar es precisamente la contraria a los vetos, que mi forma de trabajar es trabajar en equipo, con las diferentes áreas de manera transversal», ha subrayado el candidato jeltzale a la reelección.

El alcalde ha explicado que tras leer el proyecto que le remitió el Área de Movilidad le surgieron «dudas» y ha pedido tiempo para «profundizar» en el asunto. «De lo que se trata es de que se trabaje con el sector más afectado, como puede ser el del comercio, y que se trabaje con las áreas de Desarrollo Económico, de Seguridad o de Obras Públicas y Proyectos Estratégicos, y que todos, conjuntamente, vayamos diciendo cuál es el mejor proyecto», ha expuesto.

Aburto ha manifestado que el proyecto de peatonalizar Gran Vía, en el tramo de plaza Circular a Alameda Urquijo, está en el PMUS, pero, según ha defendido, se habla de «transformación de la Gran Vía». «Me temo que lo que se plantea en el proyecto actual no se puede considerar una transformación y, en todo caso, el PMUS va hasta el 2030 y también está prevista la transformación de la Plaza Moyua», ha remarcado, para afirmar que «seguramente se hará una transformación en Moyua antes de 2030».