Una huelga de enfermería y fisioterapia en Nafarroa para el próximo 28 de febrero ha sido convocada por el sindicato Satse, que no descarta seguir con movilizaciones «si no se sientan a negociar responsablemente nuestras propuestas para poner fin a nuestros agravios y el empeoramiento de nuestras condiciones laborales».
Así lo ha anunciado la secretaria en el herrialde del sindicato, Mª José Algarra, al final de una manifestación que ha recorrido este sábado las calles de Iruñea. La movilización ha partido a las 12.00 horas desde el centro de salud del barrio de Sanduzelai precedida por una pancarta con el lema ‘Queremos cuidarte con dignidad’. También se ha podido ver otra pancarta con el mensaje ‘Salvemos la Atención Primaria’.
La movilización ha finalizado en el Paseo Sarasate frente al Parlamento de Nafarroa, donde se han coreado consignas como 'Artundo, entiende, la enfermería no se vende' o 'Administración, discriminación'. En este lugar, Algarra ha leído un manifiesto en el que ha explicado que está protesta «nunca ha estado vinculada a conseguir acuerdos con la Administración; simplemente queríamos dejar patente el hartazgo» de la profesión enfermera «a lo largo de los últimos años y meses».
Ha asegurado que «la responsabilidad de asistir y cuidar a los pacientes son los que han evitado un descalabro absoluto de la asistencia durante estos años». Sin embargo, ha criticado que, «a pesar de este esfuerzo, las distintas administraciones no han compensado la carga y lastre que el sistema sanitario ha supuesto para enfermeras y fisioterapeutas» y «han abusado hasta límites dudosos de la capacidad enfermera».
Ha exigido que se cumplan «todos los compromisos hechos con la profesión». Ha reconocido que «hemos conseguido dar pasos importantes pero quedan muchos por cumplir, compromisos de ahora y de siempre. Y no sólo porque estemos en periodo electoral», sino para que «los gobernantes y administraciones entiendan que la enfermería debe estar en el centro del modelo asistencial actual y futuro».
Cambio de modelo
En este sentido, ha reclamado un cambio de modelo que sustituya al actual «ya obsoleto, medicalizado, excesivamente hospitalario, incapaz de dar respuesta al envejecimiento masivo de la población y al uso indiscriminado de los servicios sanitarios, al aumento de las enfermedades y las necesidades del ámbito sociosanitario» que está «abandonado en la actualidad».
Algarra ha destacado la necesidad de «un gobierno valiente, con visión a largo plazo, con experiencia en gestión sanitaria, que no esté guiado por intereses políticos y que apueste por un modelo que sea capaz de dar respuesta a esta difícil coyuntura». Un modelo que «priorice el desarrollo profesional de la enfermera acorde a sus funciones y competencias, respetando y mejorando sus condiciones laborales, eliminando todos y cada uno de los agravios comparativos, desarrollando puestos de especialidades enfermeras, favoreciendo el liderazgo y la gestión de los centros, estableciendo ratios adecuados de enfermera por pacientes, instaurando la jubilación anticipada, fomentando la verdadera conciliación familiar e implantando de una vez por todas el 'plan Bolonia' en Función Pública para que se nos reconozca de una vez que somos grado y debemos estar en el grupo A».
Mejoras, ha dicho, que «deben pasar a formar parte de las prioridades» del Gobierno de Nafarroa. «Hemos comprobado años atrás que las palabras y compromisos, tanto como los aplausos, caen siempre en saco roto», ha lamentado Algarra, que ha destacado que «vamos a seguir peleando, llegando a donde haga falta para que gobernantes, organismos y partidos políticos dejen de pensar a corto plazo y promuevan un modelo asistencial vanguardista, moderno, centrado en la prevención y en la salud de los cuidados».
«Queremos cuidar con dignidad, queremos una sanidad pública alejada de intereses partidistas y sindicales», ha concluido.