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Iberdrola logra un beneficio neto de 4.339 millones en 2022, un 11,6% más

La compañía electrica radicada en Bilbo bate su récord histórico de ganancias por quinto ejercicio consecutivo tras realizar inversiones por 10.730 millones de euros, un 13% más. El mismo día que se conocían estos beneficios, ha anunciado que ha recurrido el impuesto temporal a las energéticas,

Cartel durante una protesta ante la torre Iberdrola de Bilbo.
Cartel durante una protesta ante la torre Iberdrola de Bilbo. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Iberdrola registró un beneficio neto de 4.339 millones de euros en 2022, lo que supone un incremento del 11,6% respecto al año anterior y bate por quinta vez consecutiva su récord de ganancias, según ha informado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La compañía eléctrica radicada en Bilbo ha realizado unas inversiones de 10.730 millones de euros, lo que supone un 13% más. El 90% se ha destinado a renovables y redes inteligentes para «acelerar la electrificación y fomentar la autonomía energética». Un 38% de la inversión se ha destinado a Unión Europea, con cerca de 3.000 millones en el Estado español y 1.200 millones en otros países como Alemania, Estado francés o Portugal. Un 25% de la inversión se realizó en Estados Unidos, un 20% en Latinoamérica, y un 13% en Gran Bretaña, mientras que el 4% restante ha ido a otros países como Australia.

El beneficio bruto de explotación global (Ebitda), por su parte, aumentó un 10%, hasta los 13.228 millones de euros en 2022, gracias al crecimiento de Estados Unidos y Brasil, que compensan el menor resultado en el Estado español, con una bajada del 19%, que la compañía atribuye a las medidas regulatorias y fiscales y los altos costes energéticos que no se han traspasado a los clientes.

«En un año marcado por la crisis energética y las dificultades en las cadenas de suministro globales, hemos incrementado las inversiones un 13% hasta los casi 11.000 millones de euros para seguir creciendo con solidez, generando más actividad y empleo y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles», ha destacado el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán.

De cara a 2023, la compañía espera invertir 11.000 millones de euros, lo que le permitirá incrementar su capacidad instalada renovable en 3.000 MW y seguir aumentando su base de activos de redes, que ya supera los 39.000 millones de euros. Con ello prevé un crecimiento del beneficio neto de entre el 8% y 10%.

El consejo de administración propone a la junta general de accionistas abonar a los accionistas de Iberdrola un dividendo complementario de 0,31 euros brutos por acción, que se suman a los 0,18 euros abonados en enero, lo que supone una remuneración total de 0,49 euros por título.

Recurre el impuesto temporal

El mismo día en que se han conocido estos beneficios récord, Iberdrola ha anunciado que ha recurrido el gravamen temporal y extraordinario sobre la actividad no regulada de las grandes energéticas en el Estado, que, en su caso, tendrá un impacto de 200 millones de euros por los ingresos de 2022.

«Hemos recurrido esas medidas por ser arbitrarias y discriminatorias», ha explicado el director de servicios jurídicos de Iberdrola, Gerardo Codes, que ha insistido en que la prestación es contraria al Derecho europeo, y ha vaticinado que habrá que esperar a 2024 para conocer la respuesta de la Justicia.

Iberdrola forma parte, junto con Endesa y EDP, de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec), que el pasado jueves también anunció su decisión de interponer su propio recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional contra este impuesto extraordinario y temporal.

Para la asociación, se trata de un gravamen «discriminatorio e injustificado» que «penaliza a un sector clave para impulsar el necesario cambio del modelo energético».

Asimismo, cree que es incoherente desde el punto de vista fiscal porque «grava ingresos que ya estaban topados y regulados por la Administración Pública en 67 euros/megavatio hora (MWh)».