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Protesta de madres, padres y profesores en el Rectorado de Burdeos: «Exámenes en euskara»

Dos docenas de personas se han encadenado y se han encaramado al tejado del Rectorado, en Burdeos. La protesta ha coincluido pasadas las 10.00. A cuatro meses del ‘brevet’, París continúa sin dar la respuesta prometida el pasado setiembre por el ministro de Educación.

Varios de los participantes en la protesta se han encaramado a un tejado.
Varios de los participantes en la protesta se han encaramado a un tejado. (Andrea IBARRA)

Con una pancarta en la que se lee «Azterketak Euskaraz», padres, madres y profesores de Seaska han acudido, a primera hora de la mañana, a la sede del Rectorado de Educación, en Burdeos.

Mientras unos se han encadenado a las puertas, otros han subido al tejado y han desplegado otra pancarta en la que exigen que se ponga fin al «desprecio» hacia la lengua vasca y hacia los y las jóvenes que cursan sus estudios en ella.

«Vosotros bloqueais las negociaciones, pues nosotros bloqueamos simbólicamente este Rectorado», ha explicado  Santxo Ernaga, padre de un alumno de Seaska, a una trabajadora del Rectorado que se ha quedado sin poder entrar en el edificio.

Aunque la Policía ha acudido al lugar, tras ser prevenida por los servicios del Rectorado, la protesta ha concluido, pasadas las 10.15. Los activistas se han declarado satisfechos por la acción y se han dicho a la espera de respuestas. «Si no hay respuestas, ahora ya saben que estamos dispuestos a ir más allá», han declarado al final de la acción, entre gritos de 'azterketak euskaraz'.


A cuatro meses de la fecha fijada para el ‘brevet’, prueba de acceso a la enseñanza secundaria, y a solo unas semanas de que los alumnos del lliceo se examinen, a finales de marzo, de las especialidades elegidas en el examen de 'bac' ('baxoa', prueba equivamente a la selectividad),  Seaska aún no tiene respuesta del Ministerio de Educación sobre la posibilidad de redactar al menos una parte de las pruebas en euskara, su lengua de aprendizaje.

Una reclamación que se mantiene desde hace varios años, pero que se intensificó con el retroceso para el euskara que se derivó de las reformas impuestas por el exministro Michel Blanquer.

«Las reformas del 'brevet' y del 'bac' nos hacen retroceder en materia de euskara, ya que en la primera prueba ya no nos corrigen los exámenes de ciencias redactados en euskara, mientras que en la segunda no se garantiza la presencia del euskara, tampoco en el examen oral», denuncian los alumnos, padres y profesores de Seaska, que ya llevaron a cabo ocupaciones el pasado curso.

De hecho, a raíz de una de esas protestas, que consistió en la ocupación de tres sedes en que se corrigen esos exámenes, la Mancomunidad Vasca dio el paso de otorgar un diploma simbólico a los alumnas y alumnas que pasaron la prueba de 'brevet' pese a los osbtáculos que encontraron para hacer ese examen en su lengua.

Durante esa ceremonia se supo que una delegación de electos había logrado una cita con el Ministerio de Educación, para abordar la cuestión de los exámenes en euskara.

El pasado mes de setiembre, colaboradores del recién nombrado ministro de Educación, Pap Ndiaye, recibieron a una delegación de cargos electos de Ipar Euskal Herria, con el presidente de la Oficina Pública del Euskara (OPLB-EEP), Antton Kurutxarri, a la cabeza. En la reunión, el quipo de Ndiaye prometió una respuesta «en un plazo sensato» que nunca ha llegado.

La delegación salió esperanzada de ese encuentro, al considerar que había «un cambio de tono» de la parte del Ministerio de Educación, pero se dijo a la espera de que las buenas palabras dieran paso a los hechos.

Cuando se cumplían tres meses de esa reunión, en los que el Ministerio no dio señales de vida, Seaska viajó a Burdeos, el 14 de noviembre, para realizar una cadena humana en la que reivindicó que «los derechos lingüísticos son derechos fundamentales».

Tampoco esa movilización, ni la queja, a través de un correo público, de miembros de las diferentes instituciones representadas en la Oficina Pública del Euskara lograron sacar de su silencio al Ministerio de Educación.

«Queda claro que los representantes del Ministerio se burlaron de la delegación vasca. Qué bonitas palabras para adormecer a los representantes de la Mancomunidad Vasca, del Departamento, de la Región, a los parlamentarios…», lamentó el presidente de Seaska, Peio Jorajuria, el pasado 25 de enero, durante la presentación de la próxima edición de Herri Urrats.