Decenas de habitantes de Deustuibarra se han concentrado este jueves a la tarde junto al puente que da acceso a su barrio para denunciar el acoso policial al que se ven sometidos vecinos de los pabellones abandonados, algunos de ellos con cinco o más años de residencia. Han demandado a las instituciones «un mínimo de empatía e implicación» para buscar una solución que se ajuste a los recursos de estas personas a las que se desplaza a la fuerza.

«Observamos con preocupación cómo, saltándose todas las normas legales y sin mostrar un mínimo resquicio de humanidad, se accede aleatoriamente y sin orden judicial alguna al interior de los domicilios de estos vecinos y los destrozan, se llevan cuanto les viene en gana sin tan siquiera hacer entrega de un acta de requiso, utilizando además la violencia verbal e incurriendo en la más absoluta falta de respeto. Y este es un hecho que viene produciéndose de forma sistemática, con episodios espaciados temporalmente pero reiterativos», han alertado en un comunicado.

No ocultan su «hartazgo» por unas «prácticas abusivas» que les han llevado a salir a la calle a manifestarse. Han desvelado que hace poco más de una semana, a plena luz del día, entraron en dos viviendas que hay en uno de los pabellones, destrozando todo lo que encontraron a su paso, llevándose diversos enseres y utensilios junto a 20 euros de uno de los vecinos.

«Soluciones reales»

Rechazan que para desalojar a esas personas valga todo. «El barrio de la Ribera no está dispuesto a tolerar este tipo de prácticas ni a mirar hacia otro lado», han dejado claro, por lo que exigen «alternativas y soluciones reales» para esas personas en particular, conscientes de que situaciones similares se van a producir a corto y medio plazo, «para todas aquellas que viviendo en la Ribera se vean abocadas a marcharse como consecuencia de la implementación del denominado ‘Plan Zorrotzaurre’».

Abogan porque en ese «inmenso terreno de oportunidades» que dicen las instituciones y promotores inmobiliarios es Zorrotzaurre haya espacio a las soluciones para estas personas y para los jóvenes del barrio que quieren seguir viviendo en el mismo. «¿Para cuándo oportunidades a quienes más las necesitan?», se han preguntado.