La Asamblea Nacional francesa votó anoche una propuesta defendida por el diputado Frédéric Mathieu (La France Insoumise) que contempla que el permiso por fallecimiento de un hijo u una hija sea, como mínimo, de doce días.

El Código Laboral francés estipula actualmente que ese permiso sea de cinco días, que se elevan a siete cuando el hijo o hija fallece antes de los 25 años de edad o tienen a su vez descendientes.

El proponente del texto defiende que, «aunque ningún tipo de permiso permitirá aliviar el dolor por la pérdida de un hijo» el aumento del periodo mínimo de permiso laboral ayudará a las familias a afrontar, sin ir más lejos, «a cumplir con los muchos trámites y procedimientos que toca abordar cuando se produce una trágica pérdida».

La adopción de la propuesta, por amplia mayoría, ha sido hasta cierto modo una sorpresa.

De hecho, la Asamblea Nacional debía pronunciarse sobre una iniciativa presentada por el diputado Paul Christophe (Horizons, aliado del macronismo) para mejorar la protección de las familias que tienen hijos con enfermedades o formas de discapacidad graves.

El diputado insumiso presentó, sin previo anuncio, la enmienda en que se solicitaba la ampliación del periodo mínimo de baja por duelo, y los parlamentarios votaron de manera unánime a favor de esa propuesta.

Ante lo insólito de la situación habrá que ver cómo se resuelve la tramitación de esa iniciativa que, de ser avalada en el Senado, debería permitir una mejor atención a las familias que afrontan a esa situación dramática tanto el Estado francés como en Ipar Euskal Herria.

La polémica de 2020

En 2020 se añadió, a esos cinco días de permiso mínimo, una baja parental de ocho días suplementarios que los progenitores pueden coger de forma fraccionada durante el año que sigue a la muerte del hijo o hija pero que solo es abonada en parte por la Seguridad Social.

La Asamblea Nacional no secundó entonces la propuesta de ampliar a doce días el permiso mínimo por fallecimiento de descendiente.

De hecho, la ministra de Trabajo de la época, Muriel Pénicaud, recibió toda una oleada de criticas a cargo de asociaciones que reúnen a familias que han debido de pasar por esa trágica situación y que reclaman desde hace años que los servicios públicos tomen en cuenta sus necesidades.