El Senado francés ha avanzado en tres días más de lo andado por la Asamblea Nacional en dos semanas. De hecho, tras aprobar los dos primeros puntos del proyecto de reforma del sistema de pensiones durante el fin de semana, ayer la alianza entre el macronismo y la mayoría de derecha de la Cámara Alta avalaba también la creación de un «índice de trabajadores senior».

Mientras el Senado va desbrozando punto a punto el texto, los sindicatos tratarán hoy de «echar el freno al país» en esta jornada -la sexta- de movilización social contra la reforma que contempla retrasar la edad de retiro de los 62 a los 64 años de aquí a 2030.

El Gobierno de Emmanuel Macron no ha ahorrado advertencias sobre la convocatoria que, ya se sabe, tendrá un impacto importante en sectores como el transporte, la educación y los servicios públicos.

Sólo circulará uno de cada cinco trenes en el caso del TGV y del transporte regional TER. En el aeropuerto de Biarritz se han anulado cuatro de los ocho vuelos previstos e incluso mañana sólo operarán cinco de los diez programados.

Los sindicatos de enseñanza esperan que no menos del 60% del personal de Primaria secunde el paro, lo que hace pensar en una participación al alza en las manifestaciones.

En Baiona la intersindical da cita a las 10.30. Mientras, FSU, ELB, LAB y Solidaires convocan también en Donapaleu (18.30).

Batalla de precios

Los sindicatos alertan de que la compañía de transporte urbano RATP y la propia SNCF pueden dar hoy el primer paso hacia una huelga larga. Un pulso al que el Gobierno trató de restar protagonismo esponsorizando, ayer, un «trimestre antiinflación» de la mano de varias cadenas de distribución comercial.