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Bilbo

Clausuran una residencia para mayores en Bilbo y expedientan a otra en Ortuella

Una inspección ha dado pie al cierre de la residencia para mayores Handia en Bilbo tras constatar graves deficiencias en el control de alimentos y medicamentos, así como problemas de frío. Además, a otra de Ortuella se le ha expedientado por no garantizar cuidadoras durante una noche de febrero.

Las inspecciones acreditan que las personas mayores no recibían los cuidados necesarios.
Las inspecciones acreditan que las personas mayores no recibían los cuidados necesarios. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

La inspección de las residencias para personas mayores de Bizkaia ha ordenado el cierre del centro Handia en Bilbo por graves deficiencias y ha abierto un expediente por infracción muy grave a una de Ortuella tras comprobar que durante una noche no hubo profesionales para atender a las personas residentes.

Según ha informado el diputado foral de Acción Social, Sergio Murillo, en la comisión correspondiente de Juntas Generales, profesionales de otra administración pública que  visitaron la residencia Handia, ubicada en el barrio de Txurdinaga, advirtieron al departamento foral de que la temperatura del centro «no era la adecuada» porque hacía frío.

Los profesionales de inspección que acudieron al centro constataron que efectivamente la temperatura no alcanzaba los niveles adecuados de confort, según la norma vigente, e instaron a la directora adoptar medidas para que la temperatura no sea inferior a 21 grados.

En días sucesivos se realizaron más inspecciones al mismo centro, con capacidad para 15 personas y con 4 plazas ocupadas en ese momento, y se comprobó que no se había solucionado el problema del frío al tiempo que se detectaron otras deficiencias en cuando a mantenimiento, limpieza, control de los alimentos y los medicamentos, y que la temperatura seguía baja.

Tras seis visitas de los inspectores que verificaron que persistían algunos incumplimientos, se decretó el traslado de los 4 residentes y el 2 de marzo se impuso como medida cautelar la suspensión temporal de la actividad del centro, por «riesgo para la salud y seguridad de las personas usuarias». Así, desde el 2 de marzo el centro mantiene su actividad suspendida y ha presentado alegaciones a esa decisión.

«Si no se reconducen las situaciones de incumplimiento, no nos tiembla el pulso para decretar el cierre» de la residencia, ha asegurado Murillo.

Sin profesionales en el turno de noche

De forma paralela, la Diputación ha incoado expediente sancionador por infracción muy grave a la residencia Otxartaga de Ortuella, tras constatar que faltaron los profesionales del turno de noche del 1 de febrero y que «no hubo nadie para atender» a los 88 residentes.

La propia residencia avisó el pasado 7 de febrero de esos hechos y los inspectores que acudieron en varias ocasiones para recabar información, comprobaron que se habían implementado medidas para que no volviera a ocurrir.

Según el acta de la empresa incluida en el expediente y en base a lo que relató el Comité de Empresa, la inexistencia de personal esa noche se debió a «una cadena de errores totalmente involuntarios».

Aquella ausencia de personal para atender a los residentes supuso numerosas «vulneraciones» al no garantizar los cuidados a las personas residentes por lo que se ha abierto expediente sancionador que podría ser de hasta 600.000 euros, inhabilitación o suspensión temporal, o prohibición de la financiación pública.

Las 193 inspecciones realizadas en centros residenciales, un 10% más que el año anterior, dieron lugar a 21 incumplimientos respecto a los requisitos, materiales y funcionales de los centros durante el año 2022 y algunas de esa vulneraciones se refieren a la residencia Nuestra Señora de Leire de Barakaldo que conllevaron el cierre del centro.