El Gobierno español y los sindicatos CCOO y UGT han firmado este miércoles el acuerdo para la última parte de la reforma de las pensiones, un texto acordado previamente en el seno del Ejecutivo de coalición y con Bruselas, que está centrado en aumentar los ingresos del sistema para garantizar su sostenibilidad.
El ministro español de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, han sido los encargados de ratificar el acuerdo y estampar su firma en un acto en la sede el Ministerio.
Los máximos órganos decisorios de las centrales sindicales, el Consejo Confederal de CCOO y el Comité Confederal de UGT, habían aprobado en la mañana de este miércoles la propuesta de reforma por unanimidad, después de que la patronal CEOE-Cepyme rehusara el pasado lunes formar parte del acuerdo por su «voracidad recaudatoria».
En la rueda de prensa posterior a la firma, Escrivá ha defendido una reforma que supone «un cambio radical estructural para modernizar el sistema de pensiones» y ha rechazado que ponga en peligro el «tejido productivo y la competitividad de las empresas».
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha mostrado su «satisfacción» por un acuerdo de «importancia histórica» en el que ha lamentado la ausencia de la patronal CEOE. «No hay argumentos que justifiquen que no esté en la firma», ha criticado Álvarez, que ha valorado el respaldo de Europa a una reforma que «equilibra gastos e ingresos» y garantiza el futuro de las pensiones.
Por su parte, el líder de CCOO ha declarado que se asistía este miércoles a «uno de los días más importantes de la legislatura» y ha definido el acuerdo de «revolucionario» en tanto en cuanto introduce elementos «estructurales» que «garantizan la viabilidad futura de un sistema de pensiones suficientes».
La reforma incluye varias medidas para mejorar los ingresos, como una cuota de solidaridad en las cotizaciones de los sueldos más altos o el destope progresivo de lo que contribuyen las bases máximas, refuerza las pensiones mínimas y mejora el tratamiento de las lagunas de cotización, entre otros puntos.
En cuanto al periodo de cómputo, la reforma plantea poder elegir entre los 25 años actuales para calcular la pensión o ampliar a 29 pudiendo descartar los dos años peores. Todas las medidas se implantarán de forma progresiva en aras de garantizar la «sostenibilidad, la equidad y suficiencia de las pensiones».
El ministro llevará el acuerdo a la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo la tarde de este miércoles y se espera que sea aprobado por el Gobierno como real decreto ley en el próximo Consejo de Ministros.
Pensionistas vascos rechazan una posible privatización
El portavoz del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria Iñaki Olea considera que existe «alguna mejora» en la reforma de las pensiones acordada por el Gobierno y CCOO y UGT, aunque cree que hay que leer «la letra pequeña», porque uno de los puntos acordados, el tercero, plantea «una posible privatización de las pensiones», con la que están en desacuerdo.
El representante de los pensionistas se ha preguntado por el hecho de que se quieran hacer planes de pensiones en los convenios para cuando el trabajador sea «mayor». «¿En qué sitio se va a hacer?, lógicamente se hará en grandes empresas, en la banca, instituciones públicas, pero las personas que andan trabajando en un bar, en un comercio, empresas no muy grandes, no van a poder tener eso. Y no solamente eso, sino que esos planes se van a ‘meter’ en convenio, porque pone que deberán ser puestos en convenio colectivo y que son legales. ¿Van a cotizar a la Seguridad Social? ¿Van a ser también detraído de ellos el IRPF? Es también la pregunta que yo me hago», se ha cuestionado.
ELA pide a Podemos, EH Bildu, ERC y PNV que la rechacen
Por su parte, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha hecho un llamamiento a las «fuerzas de izquierda», en alusión a Unidas Podemos, EH Bildu y ERC, y también al PNV a votar en contra de la reforma de las pensiones que, a su juicio, «establece nuevos recortes y no deroga los anteriores».
El líder de ELA ha recalcado que «la versión oficial de una reforma sin recortes no se sostiene». Lakuntza ha reconocido que las medidas hubieran sido aún «peores sin la oposición de Unidas Podemos, EH Bildu y ERC», ya que, según ha señalado, la intención del Gobierno era «aplicar todo lo acordado con Bruselas como ampliar a 30 el número de años para calcular la pensión».
Pese a esto, «la reforma incluye recortes y facilita que los siga habiendo en el futuro», ha denunciado Lakuntza, al tiempo que ha reconocido que sería una «mala noticia» que los partidos de izquierda ratificaran estas medidas.
Ha rechazado, en este sentido, que se «amplíe el número de años que se tiene en cuenta para calcular la pensión a todas las personas menores de 50 años, lo que supone un recorte de la cuantía de la pensión».
El secretario general de ELA ha recordado que el sindicato apoya las protestas convocadas este sábado por el Movimiento de Pensionistas y ha anunciado que convocará movilizaciones el 4 de abril en Bilbo e Iruñea para rechazar esta reforma y exigir «un sistema de pensiones públicas que garantice unos ingresos suficientes».
LAB, por su parte, ofrecerá mañana jueves una rueda de prensa para valorar el acuerdo alcanzado a nivel estatal.