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Los huthíes mantienen el pulso con Arabia Saudí pese a la normalización de Ryad con Irán

Los rebeldes chiíes huthíes del Yemen, respaldados por Irán, han amenazado con atacar Arabia Saudí a pesar del acuerdo de normalización de relaciones alcanzado la semana pasada entre Teherán y Ryad, al frente de una coalición militar que desde 2015 lucha contra los insurgentes.

Bombardeo saudí contra Yemen.
Bombardeo saudí contra Yemen. (Mohammed HUWAIS | AFP)

El portavoz militar de los huthíes, Yehia Sarea, ha advertido  en un discurso televisado que la continuación de la guerra en el Yemen significa que Ryad y Emiratos Árabes Unidos –que también participa en la alianza militar– «sufrirán más pérdidas en todos los niveles».

«Nuestra batalla aún no ha terminado y nuestra firmeza no se detendrá», ha señalado Sarea durante su alocución con motivo del octavo aniversario de la intervención militar capitaneada por Arabia Saudí, una alianza que, de acuerdo con el portavoz, «debe aprender la lección de lo que sucedió durante los últimos ocho años».

Sin embargo, el portavoz militar no ha hecho referencia en ningún momento a la normalización de las relaciones entre Arabia Saudí e Irán, que podrían suponer un soplo de esperanza para la población del Yemen, que desde 2014 se ha visto inmersa en una guerra subsidiaria entre las dos principales potencias suníes y chiíes de Oriente Medio.

Sarea ha denunciado que, a lo largo de estos ocho años de conflicto, la coalición árabe ha realizado más de 270.000 ataques aéreos en el Yemen, mientras que ha recordado que los huthíes han lanzado un total de 589 misiles balísticos y 997 drones contra objetivos en Arabia Saudí y Emiratos.

Tras las amenazas lanzadas contra estos dos países del golfo Pérsico, el portavoz ha advertido de que el movimiento chií posee la experiencia «para atacar más bases e instalaciones enemigas».

«Seguimos multiplicando el arsenal estratégico de misiles como fuerza disuasoria que ha demostrado su eficacia en los últimos años», ha insistido.

El conflicto yemení estalló a finales de 2014 cuando los rebeldes huthíes ocuparon la capital Sanaa, y otras provincias del país, y se agudizó al año siguiente la formarse una alianza de países suníes liderada por Arabia Saudí que intervino en apoyo del Gobierno reconocido internacionalmente.

Emiratos y Siria

En otro orden de cosas, pero sin salir de la región, el jeque de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Mohamed bin Zayed, ha instado  a los países árabes a que acojan de nuevo a Siria y se reconcilien con el raid sirio, Bachar al Asad, tras repudiarle por su papel en el conflicto iniciado en 2011, ya que «una década y media de guerra es suficiente».

«La posición de EAU es clara en cuanto a la necesidad de que Siria vuelva a su entorno activando el papel árabe, y así lo ha confirmado su alteza Mohamed bin Zayed durante su reunión de este domingo con el presidente Bachar al-Assad», ha señalado el asesor diplomático del presidente, Anwar Gargash.

Al-Assad ha llegado hoy domingo en una visita oficial a Emiratos junto a la primera dama siria, Asma, en su primer viaje conjunto al extranjero desde el inicio del conflicto.

Emiratos fue el país elegido justo hace un año por al-Assad para realizar su primera visita en la región desde 2011.

«El enfoque y los esfuerzos de EAU hacia la fraternal Siria forman parte de una visión más profunda y un enfoque más amplio destinado a fortalecer la estabilidad árabe y regional y superar los difíciles años de confrontación», ha añadido Gargash.

«Los acontecimientos asociados a la década del caos y sus repercusiones han demostrado que nuestro mundo árabe es más merecedor de abordar sus problemas y crisis, lejos de las injerencias regionales e internacionales», ha aseverado.

Al Asad, que va también acompañado por varios políticos,  ha dio recibido con honores en Abu Dabi por el presidente emiratí.

Este encuentro se produce un mes después de los devastadores terremotos en el sur de Turquía que golpearon Siria y que hizo que pasaran por Damasco altos cargos de Jordania o Egipto, también por primera vez desde 2011.

Arabia Saudí, estandarte del repudio de la última década contra Damasco y considerado uno de líderes de la región, reconoció recientemente que el mundo árabe coincide en que su enfoque hacia Siria «no está funcionando» y hace falta un cambio en la forma de abordar el asunto.

Está previsto que Ryad acoja pronto una cumbre de la Liga Árabe, una entidad de la que Siria no es miembro de pleno derecho debido a su manejo del conflicto y cuya eventual readmisión podría precipitar su regreso formal al mundo diplomático regional.

Al Asad es asimismo un aliado clave de Irán, quien ha restablecido este mes sus relaciones diplomáticas con Arabia Saudí tras siete años de ruptura.