Juan Carlos de Borbón tiene una hija secreta llamada Alejandra de una relación con una aristócrata, según publica este jueves ‘El Confidencial’, que asegura que esta cuarta paternidad del rey emérito era conocida desde hace tiempo por su familia, así como por el entorno del Palacio de la Zarzuela.
Alejandra nació a finales de los 70 o principios de los 80, es decir, los años en que el rey español era presentado casi unánimente como alma mater de la «transición», pese a haber sido designado a dedo por el dictador Franco, y también como modelo de integridad personal.
A nivel mediático, la cuestión ha sido tapada por tanto durante más de cuatro décadas por la prensa española, aunque ahora se subraya que era «un secreto a voces» entre las «elites».
Así lo aseguran los periodistas José María Olmo y David Fernández tras una investigación recogida en el libro ‘King Corp., el imperio nunca contado de Juan Carlos I’, de la que ‘El Confidencial’ publica hoy un adelanto.
De acuerdo con la investigación, confirmada a los periodistas por una examante del rey emérito, un empresario amigo suyo y un antiguo novio de su cuarta hija, Alejandra creció ignorando quién era realmente su padre y, una vez que lo supo, optó por seguir su vida anterior como parte de una familia de aristócratas «bien conectada con el poder».
A nivel institucional, la noticia también resultaría inocua puesto que se subraya que Alejandra ha renunciado totalmente a sus derechos sucesorios.
Juan Carlos de Borbón ha recurrido a ‘El Mundo’ para desmentir lo publicado: «No es verdad que tenga una hija» llamada Alejadra, ha dicho. La Casa Real ha señalado por su parte «no tener ningún conocimiento» de ese asunto.
Las implicaciones de la noticia
La noticia viene a confirmar que para el emérito se ha acabado la impunidad mediática de que ha gozado durante todo este tiempo, en que los numerosos escándalos en que ha incurrido no han tenido proyección pública alguna.
Otra cosa es la impunidad judicial, que se mantiene intacta puesto que todos los sumarios abiertos en su contra en el Estado español se han ido cerrando, con trampas como el «chivatazo» fiscal que le permitió regularizar fraudes a Hacienda.
Actualmente no hay más investigación en marcha contra el emérito español que la derivada de la querella de otra examante, Corinna Larsen, contra él en Londres por presiones que podrían estar ligadas al CNI. No obstante, de momento en esta la Justicia británica también ha reconocido inmunidad al monarca emérito por todo lo que correspondiente a hechos hasta 2014, cuando abdicó. La misma inmunidad que le habría permitido en el Estado español cometer cualquier delito y quedar impune. Faltan por investigarse los hechos posteriores a 2014 de la denuncia de Larsen.
Esta inmunidad permite igualmente que Juan Carlos de Borbón haya podido desplazar su residencia a Abu Dhabi y cuente probablemente con el apoyo de recursos públicos que el Gobierno español se niega a especificar. En su última visita a Londres, Sanxenxo y Gasteiz, la pasada semana, se ha desplazado en un avión que cuesta 50 millones de euros y tiene cabida para un séquito de 20 personas.
El caso es que Alejandra es este jueves trending topic, aunque la noticia probablemente no haya sorprendido a mucha gente en el Estado español a estas alturas. Del deterioro de la imagen del todavía emérito da cuenta la instalación este miércoles en plena Puerta del Sol madrileña de una estatua en la que el Borbón apunta con una escopeta al oso y el madroño del escudo local. Ha sido instalada por un artista chileno y su título lo dice todo: ‘Estrategias parasitarias para la sobrevivencia en un mundo cruel’.
Con todo, además de la responsabilidad implícita del PSOE en su impunidad judicial y su mantenimiento actual (aún pendiente de aclararse), el PP y Vox siguen defendiendo a capa y espada la trayectoria de Juan Carlos de Borbón. Así quedó claro en sus justificaciones a la última gira por Galicia y Euskal Herria.