Hay que reconocerle al cineasta gallego Juan Galiñanes la valentía para debutar en la dirección con un trhiller de acción, no exento de tensas escenas que buscan la espectacularidad. Rodado en las calles de A Coruña, consigue que la ciudad se preste a la vocación internacional de la película como perfecto escenario urbano. Le ha tenido que valer para dar el paso su experiencia como coguionista de la realización de Paco Plaza ‘Quien a hierro mata’ (2019), que también estaba protagonizada por Luis Tosar.
‘Fatum’ (2023) es un título que ya prepara al público para ver una obra que habla del peso del destino. Esto le viene muy bien a Galiñanes en su vertiente de coautor del guion, junto a Alberto Marini, puesto que el material sobre el que trabajan, y que les permite dar más de un giro al desarrollo argumental, es el de la influencia de las casualidades, del puro azar en nuestras vidas, y de cómo situaciones inesperadas nos fuerzan a tomar decisiones sobre la marcha y enfrentarnos a grandes dilemas morales.
La pareja de guionistas se toma sus licencias, como el hecho de que haya presencia de menores en un salón de juegos o casa de apuestas, algo que está totalmente prohibido. Lo justifican porque el ludópata protagonista acude con urgencia a cobrar un premio y se lleva a los hijos para que la mujer, a la que ha prometido no apostar más, no sospeche. Como es muy conocido en el local, el personal de seguridad hace la vista gorda y le dejan pasar.
Todo se complica cuando un atracador irrumpe en el lugar con la intención de robar y el destino del personaje de Luis Tosar se cruza con el del francotirador de la policía interpretado por Álex García. La cuestión es que ambos acabarán en el hospital con sus respectivos hijos, y ahí es donde ya se desencadena el drama. Sin necesidad de hacer spoiler, sí se puede avanzar que estas dos personas se enfrentan a una encrucijada vital, en la que la urgencia por salvar una vida se enfrenta al deseo de vengar la muerte de un ser querido.