Hablemos de James Gunn. Ser un cineasta especializado en películas de superhéroes es muy rentable económicamente, pero no creativamente. Hay un agotamiento del género y el público no fanático está ya saturado, lo que se refleja en la taquilla, que no es la que era. Y, entre tanto, ha dado por terminada su etapa en Marvel y se pasa a la competencia, aunque tal vez DC haya sido siempre su sitio y su destino sea hacer películas de Superman.
La crítica no está siendo unánime frente a ‘Guardianes de la Galaxia: Volúmen 3’ (2023), hay sentimientos encontrados entre quienes son favorables y los que no tanto. La audiencia que cree en la franquicia ríe y llora con este final de trilogía, en la medida en que suena a despedida y explota la nostalgia.
Los personajes son los que son, con la incorporación de Adam Warlock encarnado por Will Poulter. El equipo se mantiene como la versión alienígena, y puro cómic, de los convictos de ‘Doce del patíbulo’ reclutados como mercenarios. Para la traca final suena el ‘Badlands’ de Bruce Springsteen, y no parece que sea casualidad porque, conociendo cómo funciona el marketing en el mundo del espectáculo, ha ido a coincidir con el comienzo de su gira en Barcelona.