Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

La mujer que encontró a Ricardo III

THE LOST KING
GB. 2022. 108’ Dinamarca. 2016. 111’ Dtor.: Stephen Frears. Guion: Jeff Pope y Steve Coogan. Prod.: Steve Coogan y Jeff Pope. Int.: Sally Hawkins, Steve Coogan, Harry Lloyd. Mús.: Alxandre Desplat.

A Sally Hawkins se le aparece Ricardo III (Harry Lloyd).
A Sally Hawkins se le aparece Ricardo III (Harry Lloyd). (NAIZ)

​El veterano cineasta Stephen Frears, que en junio cumple los 81 años, ha sabido superar la etiqueta de impulsor del cine británico de los 80, manteniéndose activo y en forma hasta el presente. Prueba de ello es ‘The Lost King’ (2022), una película única y diferente con la que rinde homenaje a las mujeres combativas que hacen historia sin salirse de su modesta existencia, lo cual tiene doble mérito. De todo lo cual constituye un vivo ejemplo Philippa Langley, a quien en la ficción interpreta una Sally Hawkins que no se parece fisicamente al personaje real, pero que consigue la identificación del público por la empatía que desprende a través de las figuras que le toca encarnar. La verdadera protagonista es una madre de dos hijos divorciada que en la mediana edad sufre la dolencia de EMI, la cual provoca una fatiga crónica, sobre todo en momentos de estrés. Lo que la ayuda a superarse es su gran pasión, ya que es una historiadora aficionada, especializada en Ricardo III.

Philippa Langley no compartía la imagen establecida que se tiene del monarca en la sociedad británica, principalmente creada en torno a la obra teatral de William Shakespeare, quien lo retrata como un usurpador, un rey ilegítimo de aspecto deforme y caracter malvado. Para reivindicar al tan denostado Richard III, la mujer se entregó en cuerpo y alma a buscar su tumba. Y no paró hasta dar con ella, aunque la tomaran por loca cuando dijo que los restos se encontraban enterrados bajo un aparcamiento de Leicester.

Se ha dicho a menudo que los grandes hallazgos de la humanidad se han debido a intuiciones y no a certezas, a pesar de ello el academicismo oficial le negó a Philippa Langley el resultado de sus investigaciones, y no se le permitió subir al estrado durante el reconocimiento público de Richard III como rey legítimo entre los años 1483 y 1485. Tanto por su condición de mujer, como por no tener un título universitario. Pero al final tuvieron que darle la razón.