Una «operación perfecta». Con estas palabras ha resumido el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, los bombardeos contra Gaza, en los que han muerto 33 personas, siete de ellas niños.

«La operación fue perfecta. Con total sorpresa e iniciativa continua, apuntamos a todo el liderazgo de la Yihad Islámica en Gaza. Destruimos 17 centros de comando de la Yihad, eliminamos a decenas de terroristas, atacamos arsenales de cohetes y misiles, eliminamos unidades antitanques», ha afirmado.

Y ha advertido de que «quien nos haga daño o incluso intente hacernos daño, pagará el precio. Hoy, los enemigos de Israel en Gaza y mucho más allá de Gaza saben que incluso si intentan esconderse, siempre podemos llegar a ellos y lo haremos»

Estas declaraciones llegan tras acordarse anoche una tregua, con la mediación de Egipto, confirmada por ambas partes a través de comunicados oficiales.

Este alto al fuego puso fin a la escalada más violenta en la zona desde agosto de 2022, y que dejó 33 palestinos muertos, al menos 15 de ellos civiles incluyendo seis niños, y 147 heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

Del lado israelí, se registraron dos víctimas mortales producto del lanzamiento de cohetes desde Gaza: una anciana de unos 80 años y un trabajador palestino residente en la Franja que se encontraba trabajando en Israel.

Una tregua demasiado frágil

Con excepción de un último intercambio de fuego hacia la medianoche, desde la tregua acordada ayer a las 22.00 hora local (19.00 GMT), la situación se ha mantenido relativamente estable y la población a ambos lados de la valla de separación ha comenzado a volver a la rutina.

Esta tarde, sin embargo, las alarmas antiaéreas han vuelto a activarse en comunidades israelíes cercanas a Gaza. El Ejército ha confirmado el lanzamiento de un cohete desde el enclave hacia Israel, que ha impactado en un área despoblada, pero las milicias de la Franja han explicado rápidamente que se ha tratado un disparo accidental producto de un problema técnico, y han reafirmado su compromiso con la tregua.

Poco después, a pesar de las explicaciones de las milicias, el Ejército israelí ha respondido atacando dos puestos de observación pertenecientes al movimiento islamista Hamás, que gobierna en Gaza.