Andrea Jaurrieta se encuentra filmando estos días en localizaciones de Mundaka y Bermeo su nueva película, ‘Nina’. Se trata de una versión libre de la obra de teatro con la que Jose Ramón Fernández ganó el Premio Nacional de Literatura Dramática en 2011 y que, a su vez, está inspirada en ‘La Gaviota’ de Chéjov.
En esta su segunda película y tras el éxito que logró con su ópera prima ‘Ana de día’ –cinta que le valió una nominación a los Premios Goya a Mejor Dirección Novel y que se presentó con gran éxito en festivales como el de Málaga y BAFICI–, la cineasta de Zizur Nagusia, que recientemente también estrenó su mediometraje ‘Ballenas aplastadas por el hielo’, combina el drama con elementos de western moderno y en el que el protagonismo recae en una mujer.
La actriz gasteiztarra Patricia López Arnáiz –‘Ane’, ‘20.000 especies de abejas’– encarna el rol de una mujer que regresa a su pequeña localidad natal para vengarse del hombre que abusó de ella treinta años atrás. Dicho personaje está interpretado por Darío Grandinetti, un prestigioso actor argentino que incluye entre su extensa filmografía películas como ‘Rojo’, por la que ganó la Concha de Plata al Mejor Actor en 2018.
Poco antes de arrancar una nueva sesión de rodaje en localizaciones de Bermeo, Jaurrieta reveló a GARA sentirse «muy contenta y nerviosa ante este nuevo proyecto. La satisfacción es plena viendo cómo se está desarrollando todo el proceso».
Sobre el tono y las claves de ‘Nina’, la guionista y directora explicó que «a través de la película quiero hablar de dónde están los límites del consentimiento desde un punto de vista femenino activo. Una reflexión no desde la victimización, sino desde la complejidad sicológica y social que entraman este tipo de relaciones y todo ello narrado mediante los códigos tradicionales del western. En esta oportunidad, se trata de una mujer que regresa a su pequeña localidad natal para rendir cuentas».
Mujeres marcadas, mujeres con caracter
La directora también explicó que «la protagonista es ese tipo de personaje del que no sabes muy bien de dónde viene, cuál es su pasado. Muy similar a aquella Joan Crawford de ‘Johnny Guitar’». Un personaje curtido por la vida y al que podría sumarse el no menos inolvidable personaje que encarnó Gena Rowlands en la película de John Cassavetes ‘Gloria’ (1980) «sí, estoy muy de acuerdo –añadió Jaurrieta–, además 'Gloria' es una de mis películas favoritas.
Son mujeres de caracteres muy definidos y se nota de inmediato que sus maletas vitales están cargadas de episodios que, en muchos casos, no fueron satisfactorios para ellas. Son ese tipo de personajes que muestran más a través de su mirada que mediante palabras. ‘Nina’ juega un poco con esos códigos y descubrimos progresivamente las diferentes etapas de ese pasado que han marcado con tando dolor y rabia su ruta vital hasta llevarla a un punto de retorno y de inflexión del que no hay vuelta atrás».
En su exposición, añadió que «son personajes que muchas veces se asocian a actores tipo John Wayne, pero que en su esencia son también perfectamente reconocibles en mujeres, tal y como hemos recordado ahora con los que encarnaron Joan Crawford y Gena Rowlands, por ejemplo. Para mí resulta muy atractiva esta tipología que se asocia al pasado que quiere ser silenciado, a lo incierto, al dolor y a la necesidad de buscar su definitivo lugar en el mundo y saldar cuentas, de una vez por todas, con los demonios internos que la han acompañado hasta ese momento determinante».
Apartado interpretativo
La encargada de meterse en la piel de este personaje es Patricia López Arnaiz, una actriz que, según Jaurrieta «es un ejemplo claro de lo que, para mí supone ser una gran actriz. Cuando la ves en escena te dices ‘¡pero si no es ella!’. Es tal su versatilidad que subvierte cualquier arquetipo y en cada uno de sus roles diferentes resulta muy convincente. La verdad es que es un privilegio tenerla al otro lado de la cámara y disfrutar del gran trabajo que está llevando a cabo. Nunca suelo tener en mente a la actriz que participa en mis proyectos, pero en este caso concreto de ‘Nina’ y viéndola en acción, ya no puedo desasociarla de la fuerza y sentimiento que le está imprimiendo Patricia». «Hemos trabajado el texto y entendió muy bien su personaje y el mundo de donde viene; ella es de Gasteiz y yo de Nafarroa, procedemos de un contexto similar», dijo.
Al otro lado de este cara a cara que se intuye intenso, topamos con Darío Grandinetti que, en palabras de la directora, «aporta el equilibrio perfecto al drama o al ‘duelo’ que protagonizan tanto Patricia como él. Es un actor que sabe transmitir con gran intensidad un aspecto que puede resultar seductor y a la par temible».
En el apartado interpretativo también figura Iñigo Aranburu, el cual asume «un papel muy importante porque simboliza la conciencia o el nexo de unión que le queda a la protagonista con su lugar de origen, es su amigo de la infancia. Es una especie de ‘Sancho Panza’».
Otra cuestión importante es el rol destacado que tiene la propia escenografía que, según Jaurrieta, «también asume un papel protagonista dentro del entramado. Para mí era muy importante que la historia se desarrollara en un tipo de localidad en el que parece que no pasa el tiempo. Un pequeño pueblo en el que sus habitantes parecen guardar un pacto de silencio ante lo que ocurrió en el pasado».
«Filmar en lugares como Mundaka y Bermeo me permite subrayar ese concepto casi épico que ofrece el mar en movimiento. No podría filmar una historia como ‘Nina’ es un mar calmado como el Mediterráneo porque requería de este movimiento y este clima para reforzar la parte más poderosa de la historia, hubiese sido un western demasiado desértico. La luz es muy particular y se amolda a la perfección a lo que queremos filmar, en muchos casos tan solo hemos recurrido a la propia iluminación natural. Todo ello rodeando un faro que ejerce como escenario del episodio que desencadena la tragedia que arrastra la protagonista, a quien seguimos en dos fases diferentes de su vida, siendo muy joven y en edad adulta. No podría olvidar tampoco el papel que interpreta Aina Picarolo, encargada de dar vida a Nina durante su adolescencia. Su papel, por lo que conlleva lo que sufrió su personaje, no resultó muy fácil pero ella lo resolvió de manera increíble», añadió la cineasta.
Andrea Jaurrieta no es ajena a la evidencia de que forma una generación de jóvenes directoras que, sobre todo en los últimos tiempos, están adquiriendo una gran relevancia. Sobre ello dijo que «me siento orgullosa cuando me asocian a una generación de directoras que están demostrando un gran talento y también me obliga a recordar a otras generaciones que no lo tuvieron tan fácil para sacar adelante sus proyectos. Con esto no quiero decir que ahora resulte fácil, pero es indudable que la propia dinámica del medio ha cambiado algo en ese sentido».
En este punto, la directora también creyó oportuno remarcar que «no obstante, creo que es importante aclarar que si bien somos mujeres las que nos colocamos detrás de la cámara, cada una de nosotras tiene un discurso y estilo diferente. Creo que aquí radica el gran valor de esta situación que estamos compartiendo».
«No creo que sea positivo ni real que se asocie a una mujer directora con un estilo de cine muy determinado porque eso sería poco enriquecedor y sobre todo, contraproducente. Por ese motivo, admiro a directoras que, como el caso de la estadounidense Kathryn Bigelow, es capaz de coger la cámara y decir que va a hacer una película de corte bélico sobre Afganistán o sobre la caza de Bin Laden y encima lo hace de manera magistral y en temáticas que siempre se asocian a un modelo de cine creado por hombres».
Producción y final de rodaje
En la producción de ‘Nina’ participan Irusoin, –‘Loreak’, ‘Handia’, ‘La trinchera infinita’–, Bteam –‘Las niñas’–, Icónica –‘El autor’– y Lasai, compañía de la propia Andrea Jaurrieta.
El rodaje, realizado íntegramente en diferentes localizaciones de Bizkaia, tiene una duración prevista de seis semanas y el último golpe de claqueta tendrá lugar el próximo 8 de junio.
En el reparto, y además de los interpretes mencionados con anterioridad, figuran Mar Sodupe –‘La Caza’– y Ramon Agirre –‘Amor’–.