Un grupo de jóvenes que se declaran afectados por la crisis de la vivienda en Euskal Herria ocupan desde el pasado 4 de mayo un inmueble que estaba desocupado situado en el número 16 de la calle Sainte-Ursule, cerca de la estación de tren de Baiona.

Su proyecto, que han bautizado con el nombre de «Maurizia» –panderetera vizcaina (1904-1988)– tratará de dar vida a las tres plantas de ese edificio en desuso desde 2015, dando alojamiento a sus participantes pero apuntando también a la idea de crear un espacio habitacional de urgencia y de ofrecer al tiempo una propuesta sociocultural a los vecinos del barrio de Saint-Esprit.

Los impulsores de esta iniciativa explican que la amplitud del local les ha llevado a pensar que esa ocupación podría servir para dotar de un espacio a otras asociaciones o colectivos de la capital labortana.

De hecho, ya se han puesto en contacto con organismos sociales como Atherbea, Fundación Abbe Pierre o Diakite, este último ligado a la solidaridad con los migrantes.

El grupo ha rehabilitado ya el lugar en que viven sus miembros y ahora está estudiando distintos planos de arquitecto para abordar la rehabilitación de otros espacios.

Con un contrato especial

El inmueble está ocupado sin que los nueve jóvenes dispongan ni de permiso ni de contrato alguno, pero el grupo ha remitido un correo a sus propietarios en el que expresa su disposición a abandonar de inmediato el edificio «si se comprometen a hacer obras o a asumir un proyecto de regeneración del edificio», según explica  Mediabask.

En este sentido, los jóvenes han hecho saber de sus planes, este 16 de mayo, tanto al Ayuntamiento de Baiona como a la Policía.

Los ocupantes proponen que se aplique en su caso un modelo de contrato de «alquiler de tipo intermedio» que permita «conciliar el interés de los propietarios de bienes no ocupados con los de colectivos que desean poner en marcha un proyecto temporal encuadrado en la ley».