El consejero de Educación de Lakua, Jokin Bildarratz, ha comparecido este miércoles en la Cámara de Gasteiz para presentar ante los grupos parlamentarios el proyecto de Ley de Educación, que, según ha explicado, tiene la «inclusión y la equidad» como eje.
«Si tuviésemos que elegir cinco ideas clave de este proyecto de ley serían: inclusión, equidad excelencia; personas y valores; gobernanza compartida; una visión estratégica de todo el sistema educativo; y la transformación educativa», ha apuntado, destacando que la ley se basa en el acuerdo de bases firmado por PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU en abril de 2022.
La coalición morada ha roto esa unidad y ha cargado duramente contra Bildarratz, asegurando que «el proyecto difiere bastante del pacto firmado». «Vemos que no va en consonancia del espíritu con el que lo firmamos, que era el fortalecimiento de la escuela pública y la lucha contra la segregación», ha señalado Isabel González.
«Basta con ver que el valor de la escuela pública se menciona tímidamente en uno de los artículos, y esto para nosotras es una declaración de intenciones», ha añadido.
Esta declaración ha sido respondida por el consejero, que ha advertido de que la ley hace 61 referencias a las escuela pública, y ha lanzado una pregunta a González: «¿Qué aspectos que sí estaban recogidos el 7 de abril de 2022 no están recogidos aquí?».
González ha respondido recordando que «el que viene a comparecer es usted, y es usted el que tiene que dar respuestas». Ha señalado que «ustedes y nosotros no entendemos por público lo mismo». «Efectivamente, aparece 61 veces la palabra público, pero no para reivindicar el protagonismo de la escuela pública», ha apuntado.
La derecha contra el euskara
A las críticas de Elkarrekin Podemos-IU se han sumado las de José Manuel Gil, representante de la coalición formada por PP y Ciudadanos en la Comisión de Educación, que ha comparado el proyecto de ley con el ‘Plan Ibarretxe’, hablando de un «adoctrinamiento político» y de una «imposición lingüística», en alusión al papel del euskara.
Una opinión compartida por la única parlamentaria de la extrema derecha española, Amaia Martínez, quien ha restado importancia a la enseñanza de idiomas en las escuela, afirmando que para eso están los euskaltegis o las escuelas de idiomas.
Trabajar durante la tramitación
Muy diferente ha sido la postura de EH Bildu que, por boca de Ikoitz Arrese, ha destacado que el acuerdo de 2022 fue «sin duda el acuerdo político más importante de la legislatura. Y estoy seguro de que la Ley de Educación será la más importante de la legislatura».
«Nuestro objetivo es un modelo educativo público, soberano, descentralizado, que tenga como eje el euskara y que pongan en el centro a los alumnos. Pero sabemos que ese es nuestro objetivo, nuestro proyecto, e hicimos un esfuerzo para acordar entre todos», ha manifestado.
Ha hecho hincapié en que el proyecto recoge los principios del acuerdo de bases, y ha advertido de que ahora se abre el trámite parlamentario, y «ahora está en nuestra mano mejorar la ley».
María Jesús San José, del PSE, también ha indicado que determinados elementos de la norma deben ser «revisados» durante la tramitación parlamentaria, incidiendo en que «el proyecto de ley, sin decirlo expresamente, parece desplazar el sistema de modelos vigentes, dando paso a un modelo de integración, un modelo único en que se enseñan ambas lenguas oficiales y una lengua extranjera».
«Estamos dispuestos a hablar sobre este asunto y llegar a nuevos consensos, pero no apoyaremos ningún marco lingüístico que cree estigmatización ni exclusión en el alumnado. No estamos hablando de una escuela meramente euskaldun sino trilingüe. Hablamos de enriquecimiento lingüístico y en esto no puede haber ninguna confusión», ha detallado.
Bildarratz se ha referido a esta cuestión, insistiendo en que las familias van a poder elegir el modelo lingüístico. Además, ha aseverado que cada centro va a contar con su propio proyecto lingüístico. «Estará inmerso dentro del proyecto educativo y debe responder, en clave de empoderamiento de ese centro a la realidad sociolingüístico de su municipio o de su barrio», ha remarcado, apuntando que no es igual la realidad sociolingüística de Barakaldo o de Gatika.
«Es muy diferente, y de manera diferente vamos responder», ha dicho, y ha explicado que el proyecto de ley establece un «perfil de salida». Un B2 en el caso de las lenguas cooficiales.