Los diputados británicos han aprobado este lunes el informe condenatorio que concluyó que el ex primer ministro Boris Johnson mintió al Parlamento sobre el asunto del «partygate», como se conocían las fiestas celebradas en Downing Street durante el periodo más duro de la pandemia, una votación que pone en peligro su futuro político.

Por 354 votos a favor y siete en contra (los partidarios de Johnson no han votado), ha aprogado una suspensión de 90 días como diputado, que no será efectiva ya que dimitió la pasada semana, y vetar su acceso al Parlamento.

La líder de la Cámara de los Comunes (representante del Gobierno ante la Cámara), Penny Mordaunt, ha urgido a los diputados, a quienes ha calificado de «personas decentes», a «no seguir el ejemplo» del ex primer ministro conservador, acusado de haber engañado al Parlamento en el informe cuyas recomendaciones debatieron ayer los parlamentarios.

Al presentar la moción, Mordaunt, que ha votado a favor de las conclusiones, ha recordado que ese documento consideró que Johnson «engañó al Parlamento de forma deliberada e incurrió en un grave desprecio» al negar que se hubieran incumplido las reglas sobre distancia social establecidas para contener la propagación del coronavirus.

«Johnson quebró la confianza, socavó el proceso democrático de esta Cámara y fue cómplice en una campaña de abuso e intentó intimidar al comité», ha añadido.¡

»Engañó en numerosas ocasiones»

Por su parte, la presidenta del Comité de Privilegios –el órgano que ha elaborado el informe–, la laborista Harriet Harman, ha defendido la investigación y ha concluido que Johnson «engañó en numerosas ocasiones» a los diputados. «Él sabía que se estaban violando las reglas. Y engañar no es un tecnicismo, sino una cuestión de gran importancia. Los ministros deben ser sinceros, si no, no podremos hacer nuestro trabajo», defendió Harman.

En su intervención, la laborista ha sido interrumpida por el conservador Jacob Rees-Mogg, uno de los grandes aliados de Johnson, quien le ha recordado unos tuits que a su juicio ponían en cuestión su integridad, a lo que Harman replicó que ella ya puso su cargo a disposición del Gobierno si consideraba que su imparcialidad estaba amenazada.

Por su parte, la ex primera ministra Theresa May se ha sumado a las críticas a su sucesor, afirmando que la votación de los diputados debe «mostrar a los ciudadanos que no hay unas reglas para ellos y otras para nosotros».

Boicot de los aliados de Johnson a la votación

Los diputados conservadores que apoyan a Johnson. –quien califica el informe como una «basura» y un «asesinato político»– han optado por ausentarse de la votación, lo que ha sido interpretado como una táctica para evitar mostrar la debilidad del apoyo al ex primer ministro.

En el informe aprobado, el comité recomendó que Johnson fuese suspendido por 90 días, pero reconoce que la pena –la más grave para un antiguo primer ministro– no se aplicará después de que el político presentase su dimisión como diputado hace más de una semana.

También propone que se le prive de su credencial de acceso al Parlamento.

El último vídeo, en plena crisis conservadora

El domingo, un nuevo video publicado por el periódico “The Mirror ”que muestra a miembros del partido Conservador bailando en una fiesta durante la pandemia desafiando las reglas de distanciamiento reactivó las muestras de rechazo.

Este enésimo episodio en torno al «partygate» se produce en un momento en el que el Gobierno conservador está más presionado que nunca para luchar contra la inflación y la subida de los tipos de interés que hace subir los alquileres y las hipotecas.

En su punto más bajo en las encuestas frente a la oposición laborista, el partido afrontará así cuatro elecciones parciales en mala posición en los próximos meses, tras la dimisión este fin de semana de un nuevo diputado, David Warburton, acusado de haber consumido drogas y acosado a un asistente.