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Wagner da marcha atrás y el Kremlin anuncia que Prigozhin se irá a Bielorrusia

Tras declararse en rebeldía ante Vladimir Putin, Yvegeni Prigozhin, el jefe del grupo Wagner, ha anunciado que sus combatientes regresarán a sus bases tras acercarse a 200 kilómetros de Moscú. El Kremlin ha anunciado que no perseguirá penalmente a Prigozhin, que «se irá a Bielorrusia».

Un soldado de Wagner, en Rostov del Don.
Un soldado de Wagner, en Rostov del Don. (STRINGER | FRANCE PRESSE)

El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, «se irá a Bielorrusia», ha anunciado este sábado el Kremlin al comentar los detalles del acuerdo con el hombre que lideró durante las últimas 24 horas una rebelión armada contra la cúpula militar rusa. «El caso penal que le fue abierto será cerrado y él (Prigozhin) se irá a Bielorrusia», ha afirmado el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov,

Peskov ha agregado que tampoco serán perseguidos los otros combatientes que tomaron parte en el motín debido a sus «méritos en el frente». Los mercenarios rebelados podrán, además, firmar contratos con el Ministerio de Defensa.

Horas antes, Prigozhin, en un mensaje de audio en su canal de Telegram, había afirmado que «ha llegado el momento de que se puede derramar sangre. Por eso, comprendiendo toda la responsabilidad de que se derrame sangre rusa por una de las partes, nuestras columnas dan media vuelta y regresamos a nuestras bases de acuerdo al plan».

El jefe del grupo Wagner, declarado en rebeldía contra el Ministerio de Defensa ruso, Yevgeni Prigozhin, había confirmado este sábado tener bajo control el Estado Mayor de las fuerzas rusas en la ciudad de Rostov del Don, en el sur del país. Además, las columnas del grupo de mercenarios se habían acercado a 200 kilómetros de Moscú.

En su canal de Telegram, Prigozhin ha afirmado que las élites militares rusas, contra las cuales se rebeló, «querían desintegrar a Wagner» y ha explicado que por ello ha anunciado la «marcha por la justicia». «Durante este tiempo no derramamos ni una gota de sangre de nuestros combatientes», ha indicado, al reconocer que esto podría haber cambiado.

El jefe del Grupo Wagner ha hecho este anuncio después de que el servicio de prensa del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashneko, afirmara que el mandatario había mediado entre Moscú y Prigozhin, con la venia del jefe de Estado ruso, Vladímir Putin.

«Yevgueni Prigozhin ha aceptado la propuesta del presidente bielorruso sobre el avance de los efectivos de Wagner en territorio ruso y pasos futuros para reducir las tensiones», ha asegurado la Presidencia bielorrusa en Telegram y recogió además la agencia oficial, BELTA.

Según Minsk, Putin «informó por la mañana a su homólogo bielorruso de la situación en el sur de Rusia», en referencia a la ocupación por parte de los mercenarios de Rostov.

«Los jefes de Estados acordaron acciones conjuntas. A tenor de los acuerdos, el presidente de Bielorrusia, tras verificar por sus propios canales la situación, entabló conversaciones con el jefe de Wagner (...)», continúa el comunicado de la Presidencia bielorrusa.

«Al final se ha llegado al acuerdo respecto a la inadmisibilidad de desatar una sangrienta masacre en territorio ruso», ha señalado el servicio de prensa de Lukashenko, el principal aliado de Putin en su campaña militar en Ucrania.

Minsk ha afirmado que en estos momentos está sobre la mesa una opción «absolutamente beneficiosa y aceptable para solucionar la situación, con garantías de seguridad para los combatientes de Wagner».

Por la mañana, el grupo Wagner ha señalado en un vídeo publicado en su cuenta de Telegram que se encontraban «en el Estado Mayor, a las 7.30 horas de Moscú (6.30, en Euskal Herria). Controlamos las instalaciones militares de Rostov, incluyendo el aeródromo».

Prigozhin acusaba al Ministerio de Defensa del Kremlin de rebajar las cifras reales de la gerra y asegura que las bajas ascienden algunos días hasta las mil, entre ellas «muertos, desaparecidos, heridos y los llamados 'desertores' que se niegan a combatir no porque se acobarden, sino por no tener otra salida: no tienen municiones, no tienen mando».

La gente mira un tanque cerca de un edificio circense en la ciudad de Rostov-on-Don. (STRINGER/AFP)
La gente mira un tanque cerca de un edificio circense en la ciudad de Rostov-on-Don. (STRINGER/AFP)

Putin: «Han traicionado a Rusia»

En un discurso por televisión dirigido a la nación, el presidente ruso, Vladimir Putin, había calificado la rebelión de Wagner de «puñalada por la espalda» y de «traición a Rusia». Asimismo, ha añadido que Prigozhin «pagará por lo que ha hecho».

En su primera comparecencia tras el comienzo de los incidentes esta pasada noche, Putin no ha identificado por nombre a Prigozhin y ha querido distinguir a las fuerzas de Wagner, al pedir a «quienes han sido empujados a la provocación de esta rebelión militar» que depongan las armas.

«Cualquier agitación interna es una amenaza mortal para nuestro estado como nación; representa un golpe para Rusia, para nuestro pueblo y para las acciones que estamos emprendiendo para proteger a nuestra patria», ha declarado.

Un tanque blindado estacionado en el centro de Rostov-on-Don. (STRINGER)
Un tanque blindado estacionado en el centro de Rostov-on-Don. (STRINGER)

Ha señalado que en esta batalla, «en la que se decide en futuro del pueblo», demanda «unidad de todas las fuerzas, consolidación y responsabilidad» y «dejar a un lado todo lo que nos debilita, cualquier desacuerdo que puedan aprovechar nuestros enemigos externos para explotarnos desde dentro».

Putin ha recordado que algo semejante sucedió en 1917 durante la primera guerra mundial, cuando a Rusia «le robaron la victoria» por medio de «intrigas, chismes, politiquería a las espaldas del pueblo» que condujeron a la desintegración del Estado y la pérdida de enormes territorios.

«Como resultado, la tragedia de la guerra civil, los rusos matando a rusos, hermanos matando hermanos, mientras que diversos aventureros políticos sacaban provecho personal y las fuerzas extranjeras rompían al país en pedazos. No permitiremos que esto vuelva a pasar», ha añadido.

Medvedev habla de golpe de Estado

El expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de ese país, Dimitri Medvedev, había acusado a Wagner de intentar tomar el poder y ha alertado del riesgo que supondría perder el control del arsenal nuclear ruso.

«Las especulaciones sobre agravios pasados, el incumplimiento de ciertas obligaciones por parte del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa» o los ataques «contra posiciones de retaguardia o la corrupción» no aguantan la crítica. «Es evidente que es una operación bien pensada y planificada que busca tomar el poder» y «derrocar al Estado», ha afirmado Medvedev, según recogen las agencias de noticias rusas.

Medvedev ha alertado además de las «consecuencias» de un golpe de Estado «en la potencia nuclear más grande». «Jamás en la historia de la Humanidad ha habido un arsenal tan grande de armas nucleares bajo control de bandidos», ha argumentado.

Apoyos a Putin

El presidente ruso, por su parte, ya había informado a sus homólogos de Uzbekistán y Kazajistán, además de Turquía, de la rebelión armada y, según el Kremlin, el presidente turqo Recep Tayyip Erdogan ha expresado «su apoyo total a los pasos dados» por Rusia.

Además, varios políticos, diputados y líderes regionales rusos se han alineado con Putin. Los primeros en darle un espaldarazo han sido los líderes de las anexionadas Crimea y Donetsk, Sergei Axionov y Denis Pusilin, respectivamente.

El presidente de la Duma rusa, Viacheslav Volodin, ha afirmado en la misma aplicación de mensajería que la historia de Rusia ha demostrado que «las desgracias y los problemas del país siempre tuvieron lugar solo debido a las traiciones, las divisiones internas y las traición de las élites».

Ha llamado a los wagneritas a hacer «la única elección correcta: estar con su pueblo, del lado de la ley, defender la seguridad y el futuro de la patria y cumplir las órdenes de nuestro comandante en jefe». «Todo lo demás, será una traición», ha asegurado.

Kadirov promete tropas

Antes del anuncio de retirada por parte de Wagner, las fuerzas chechenas, compuestas por las unidades regulares subordinadas al Ministerio de Defensa ruso y la Guardia Nacional, habían partido a la «zona de tensiones», en referencia a Rostov del Don.

Según el líder checheno, Ramzam Kadirov, incondicional del presidente ruso, Vladimir Putin, sus efectivos «harán todo para conservar la unidad de Rusia y defender el Estado».

Imagen de una grabación de video que muestra a Yevgeny Prigozhin hablando con el teniente general Vladimir Alekseev y el viceministro de Defensa Rusa, Yunus-Bek Evkurov. (AFP)
Imagen de una grabación de video que muestra a Yevgeny Prigozhin hablando con el teniente general Vladimir Alekseev y el viceministro de Defensa Rusa, Yunus-Bek Evkurov. (AFP)

Medidas excepcionales en Moscú

Ante la ofensiva de Wagner, el alcalde de Moscú, Sergei Sobianin, había anunciado que el próximo lunes será considerado festivo y pedido a la población que evite desplazamientos en la medida de lo posible ante la «difícil» situación.

Además, había ordenado la cancelación de todos los eventos multitudinarios que hubiera previstos en la ciudad y la aplicación del régimen de operación antiterrorista.

Además, Sobianin ha alertado de que el tráfico puede estar cerrado en ciertas zonas, por lo que insta a la población a evitar desplazamientos, una recomendación que se suma a la declaración de este mismo sábado por la que se incluye a Moscú en la zona de aplicación de la operación antiterrorista.

Por su parte, las autoridades capitalinas habían emplazado a policías armados con ametralladoras en la entrada de la autopista M4 Don a Moscú a la espera de la entonces posible llegada de las columnas del grupo de mercenarios Wagner.

«Hay policías con chalecos antibalas y ametralladoras en las cercanías de la calle Lípetskaya en la entrada y la salida de la autopista M4 Don en Moscú», ha informado en Telegram el periódico ruso Védomosti, que publicó varias fotos del despliegue.

Mientras, se han instalado controles en carreteras y se ha incrementado la seguridad en las instalaciones clave de la ciudad, según fuentes de las fuerzas de seguridad citadas por la agencia de noticias TASS. En concreto se ha extremado la protección de «todas las instalaciones importantes, los organismos oficiales y las infraestructuras de transporte».

Kiev aprovecha para la ofensiva

Mientras tanto, Ucrania afirma haber emprendido una nueva ofensiva en el este del país para recuperar territorio ocupado por las tropas rusas, según ha informado su viceministra de Defensa, Hanna Maliar, y recoge el portal Ukrinform.

La ofensiva se dirige simultáneamente «en varias direcciones», entre ella en la ciudad de Bajmut, mientras por parte rusa siguen los intensos bombardeos sobre las tropas ucranianas, de acuerdo con esta fuente.