El quinto encierro de los Sanfermines 2023 ha estado protagonizado por los toros de la ganadería gaditana de Núñez del Cuvillo, que han completado el recorrido a gran velocidad.
Al poco de sonar el cohete, dos ejemplares, uno negro y el único colorado de la manada –de nombre Farfonillo y Pesadillo–, se han puesto por delante de los cabestros y han enfilado la segunda mitad de la cuesta de Santo Domingo lanzando miradas a ambos lados, aunque sin mayores consecuencias.
Ambos animales han imprimido un alto ritmo hasta llegar a la curva de Mercaderes, donde se han estampado contra las tablas. Farfonillo ha recuperado rápido el ritmo y ha mantenido el liderato, pero el colorado se ha quedado unos segundos tumbado en el suelo, con lo que ha sido alcanzado por sus compañeros.
En Estafeta el grupo ha ido muy separado, lo que ha generado huecos para las vistosas carreras de los mozos. Tras poco más de dos minutos de encierro, la manada ha entrado en el coso y de ahí directamente a los corrales.
Según el primer parte de la Cruz Roja, el encierro se ha saldado con dos traslados médicos, uno por politraumatismo en Santo Domingo y otro por traumatismo craneal en Mercaderes. Se trata de V.M.G., varón de 45 años procedente de Barberá del Vallés (Barcelona), que ha sido evacuado desde el tramo de Mercaderes con un traumatismo craneoencefálico, y de K.T., varón de 38 años procedente de Estados Unidos trasladado desde Santo Domingo con un traumatismo en valoración.
En la enfermería de la plaza de toros han sido atendidos otros dos corredores, que no han precisado traslado.
En cuanto al balance de heridos del resto de días, se ha dado ya el alta a prácticamente todos los ingresados, quedando únicamente dos corredores hospitalizados. Desde el Hospital Universitario se ha comunicado que el herido por asta de toro el pasado día 9, G.F.F., de 48 años de Vila-Real (Castellón) permanece ingresado y evoluciona favorablemente. En observación en urgencias continúa el galés de 60 años B.H., quien ayer sufrió fracturas costales.