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La deuda pública está ahogando el desarrollo de casi medio mundo

El crecimiento de la deuda pública en los países en vías de desarrollo y los enormes recursos destinados a pagarla están ahogando las posibilidades de progreso para casi la mitad de la humanidad, alerta la ONU. «Medio mundo se está hundiendo en un desastre de desarrollo. Es una fallo sistémico».

Un hombre busca en un contenedor de frutas fuera del Mercado Central de Buenas Aires.
Un hombre busca en un contenedor de frutas fuera del Mercado Central de Buenas Aires. (Luis ROBAYO | AFP)

«Unos 3.300 millones de personas –casi la mitad de la humanidad– vive en países que gastan más en el pago de intereses de la deuda que en educación o sanidad», denunció el secretario general de la ONU, António Guterres, en la presentación del informe ‘Un mundo de deuda’.

Remarcó que medio mundo se está hundiendo «en un desastre de desarrollo», con los Gobiernos obligados a elegir «servir su deuda o servir a su gente» y sin espacio fiscal para invertir en mejoras para la ciudadanía. «Es un fallo sistémico. Puede parecer que los mercados no estén sufriendo todavía. Pero la gente está sufriendo», insistió el secretario general de Naciones Unidas, que en los últimos años ha presentado varias propuestas para reformar la arquitectura financiera internacional y aliviar la carga de deuda de los países con dificultades.

Según datos de los ONU, en 2022 el mundo alcanzó un récord de 92 billones de dólares de deuda pública, de la que los países en desarrollo representan una parte desproporcionada del total y, en general, pagan unos intereses muy superiores, a menudo a acreedores privados que les cobran unas tasas muy elevadas.

«De media, los países africanos pagan cuatro veces más por tomar prestado que Estados Unidos y ocho veces más que los países europeos más ricos», resaltó. Un total de 52 países, casi un 40% del mundo en desarrollo, se enfrentan a problemas de deuda y 36 están sobreendeudados o en alto riesgo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Guterres incidió en que esto es «resultado de la desigualdad construida en nuestro obsoleto sistema financiero global, que refleja la dinámica de poder colonial de la época en que se creó». Aunque la deuda pública lleva décadas aumentado, la pandemia y otras crisis han acelerado la tendencia, sobre todo en los países en vías de desarrollo. A día de hoy, la mitad de las naciones en desarrollo dedican más del 1,5% del PIB y un 6,9% de los ingresos de sus Ejecutivos al pago de intereses y en 55 de ellas, ese último porcentaje supera el 10%.

Guterres pidió a la comunidad internacional que dé más liquidez en momentos de crisis usando instrumentos ya existentes en el FMI o expandiendo los bancos multilaterales de desarrollo.