El PNV ha celebrado este domingo su acto principal en Bermeo, y su presidente Andoni Ortuzar ha aprovechado que estaba en una localidad con mucha afición al remo para usar este deporte como metáfora de sus políticas.  

De este modo, ha subrayado que si siempre se dirige una embarcación «para un mismo lado, da igual que sea estribor o babor, lo único que vas a conseguir es dar vueltas sobre el eje, pero no avanzar».

«Nosotros y nosotras sabemos dónde está estribor, dónde está babor, pero sobre todo sabemos dónde está el norte, la meta, que es Euskadi. Nuestra boga, acompasando las paladas a babor y a estribor, va hacia el norte», ha remarcado.

Por ello ha asegurao que el PNV se «rebela» ante la posibilidad de ser incluido en «uno u otro bloque, con Sánchez o con Feijóo. Nosotros estamos en un bloque, claro que sí. Estamos en el bloque vasco y a bloque con Euskadi, como siempre ha estado el PNV. Nuestra misión es Euskadi y un concepto al que Euskadi va indisolublemente unido: la libertad que da la democracia. Ese es nuestro bloque. Euskadi, democracia, libertad y sobre esos tres pilares hablaremos de todo, sin eso, de nada».    

No obstante, ha reivindicado que su formación «es el partido que más políticas progresistas, de las de verdad, ha llevado a la práctica, no solo en Euskadi, sino en todo el Estado».

«No puede ser gratis»

El portavoz del PNV en el Congreso y cabeza de lista por Bizkaia, Aitor Esteban, ha coincidido en que el PNV no es «la muleta de nadie», aunque ha dejado claro que «con el fascismo nada de nada, ni con quien se ayude de él».

Ha añadido que el «apoyo del PNV no puede ser gratis si no se atienden las prioridades vascas en industria, en energía, en derechos humanos, en autogobierno. Nos jugamos que Euskadi esté presente porque, una vez elegido el Gobierno, quien está en el poder se va a olvidar de Euskadi. Sin el PNV allí, nadie va a sacar la perspectiva vasca».

Esteban ha aseverado que el PNV «ha sido el único que ha defendido el autogobierno de los ataques constantes que contenían los proyectos de ley. A algunos el Estatuto les sigue importando tanto o menos que cuando le llamaban ‘el Estatuto Vascongado’. Por eso debemos estar allí».