Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Reedición del clásico de la literatura lésbica ‘Borrador para un diccionario de las amantes’

La editorial Continta me tienes ha reeditado ‘Borrador para un diccionario de las amantes’, un libro publicado inicialmente en 1975 por la activista feminista francesa Monique Wittig y la cineasta y escritora estadounidense Sande Zeig, y que pasa por ser un texto icónico de la literatura lésbica.

Ilustración de Carla Berrocal para la reedición de ‘Borrador para un diccionario de las amantes’.
Ilustración de Carla Berrocal para la reedición de ‘Borrador para un diccionario de las amantes’. (EDITORIAL CONTITA ME TIENES)

Desde la editorial Continta me tienes no dudan en calificar ‘Borrador para un diccionario de las amantes’ como una joya de la literatura lésbica en la que la activista feminista francesa Monique Wittig, que realizó grandes aportes a la teoría lesbofeminista, y la cineasta y escritora estadounidense Sande Zeig visibilizan el amor entre mujeres a través de un diccionario íntimo que sirve de brújula para las amantes.

La poeta y escritora Sara Torres, que prologa el libro, explica que «lo que tiene de revolucionario este libro es precisamente que propone una erótica posible entre cuerpos que tenían prohibido el relacionarse de forma erótico sexual. Entonces, el mundo de las amantes lo primero que te dice es que si hay deseo, no solamente tienes la posibilidad de estar con otra en un encuentro físico, sino que tienes la posibilidad de organizar el mundo juntas».

Construcción de otra realidad

Publicada por primera vez en 1975 –cuando Wittig (1935-2003) y Zeig (1951-) eran pareja–, se mueve entre lo poético y ficcional, y lo teórico. Ahora, esta nueva edición ha contado con la traducción de la poeta Cristina Peri Rossi e ilustraciones de Carla Berrocal, la cual detalla que ha querido «dibujar imágenes lésbicas muy poco exploradas. El tema de las guerreras y las amazonas en un mundo habitado solo por mujeres y generar una historia propia en la que no existe lugar para los hombres era una cosa muy divertida, pero también era un reto».

Finalmente, Torres añade que «hay que ponerse en el contexto de que los textos escritos por lesbianas dirigidos a la construcción de otra realidad o mundo simbólico posible son muy escasos históricamente. Han estado casi siempre en manos de editoriales pequeñas o de tiradas pequeñas que se han pasado entre amigas».