Lo ha pedido y lo ha conseguido. El candidato a ser investido presidente del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo (PP), llamó este martes a la noche por teléfono a Pedro Sánchez para solicitarle una reunión personal, luego de ventilar en los medios que iba a hacerlo. El líder del PSOE le respondió que sí.

Fuentes de Ferraz informaron a NAIZ esta mañana de miércoles de que el presidente del PP se había puesto «en contacto» con Sánchez «para solicitar una reunión» y que inmediatamente «se produjeron conversaciones entre ambos gabinetes para fijar la fecha del encuentro».

Las mismas fuentes dejaron trascender que el presidente del Gobierno en funciones ofreció tres alternativas: martes, miércoles o jueves. Momentos después y ante las primeras filtraciones en ‘El País’, desde la cúpula del PSOE confirmaron ante la pregunta de NAIZ que se había acordado un encuentro este miércoles a las 10.00 en el Congreso.

«Desde el PSOE esperamos que con esta reunión el PP abandone el insulto diario a nuestra formación política, y adopte una senda más constructiva para el país y los españoles y españolas», dicen ante la consulta por las expectativas de cara al primer cara a cara que ambos líderes tendrán desde el debate de Atresmedia a mediados de julio pasado.

Nuevo discurso

Lo cierto es que el líder del PP está a la caza de voluntades, desde que la semana pasada se convirtiera en el candidato formal propuesto por Felipe VI y aceptado por la presidenta del Congreso para ser investido presidente del Gobierno. El pleno para que sus pares decidan si le otorgan o no la confianza de la cámara arrancará en algo menos de un mes, el 26 de setiembre.

Los números van en contra de Feijóo porque cuenta con 172 votos positivos y unos 178 seguros negativos, al menos hasta ahora. Solo Vox, UPN y Coalición Canaria lo apoyarán (aunque en cuatro semanas bien podría perder apoyos, nunca se sabe), según le dijeron al rey, mientras que no hay una siquiera señal de posible abstención por ningún otro grupo. Quizá sea por ello que en el PP filtran que el único cara a cara será con Sánchez y en el resto delegará las negociaciones.

Tras el portazo reiterado del PNV, más allá que algunos de sus filas sugieran la abstención, Génova prosigue con el coqueteo de Junts per Catalunya. Tras las conversaciones informales con la gente de Carles Puigdemont, el PP ha acabado reconociendo que hablará con ellos por vías formales, y eso pese a llamar al expresident «prófugo» y de acusar a Sánchez de negociar «con los enemigos de España».

De todas formas no parece haber señales favorables a esta opción en Junts. Lo más evidente en contra de Feijóo es que en la votación de la Mesa del Congreso su candidata, Cuca Gamarra, perdió y ganó la socialista Francina Armengol, presidenta de la cámara desde el 17 de agosto. Allí hubo 178 votos de la mayoría progresista y plurinacional. Ante esta realidad adversa, portavoces del PP vienen apelando a la insurrección de los socialistas descontentos con Sánchez.

Borja Semper, portavoz del partido y exjefe de campaña, ha dicho en días pasados que esperaban un gesto de «la parte buena del PSOE», aunque luego por las críticas quiso suavizar sus declaraciones. Pero no hace falta: la hemeroteca es contundente y   Feijóo hizo una nítida llamada al transfuguismo durante la campaña.

Sin sonrojarse, en una entrevista a ‘El Español’ el 16 de julio pasado, Feijóo declaró: «Vox no es un buen socio, me siento más cercano a García-Page. Si necesito 20 escaños voy a hablar con el PSOE».

Feijóo interpeló directamente a desmarques como el de García-Page, pero este barón del PSOE responde: «Yo soy demócrata y cumplo las normas»

El presidente de Castilla-La Mancha, el único barón socialista que gobierna con mayoría absoluta tras la debacle electoral del 28-M, dijo hace un mes cuando fue preguntado al respecto: «Sé que (en el PP) les gustan los tamayazos, pero yo soy demócrata y respeto lo votado y cumplo las normas».

Una fuente que trabaja para la Ejecutiva del PP opinaba hace unos días: «No sé si Feijóo hablará con Page, en esas declaraciones se refería a hablar con diputados. A partir del lunes seguramente lo intente». Parece que Génova ha decidido ir por las vías orgánicas más normales y hablar con el secretario general del PSOE para pedirle lo que sabe que le será negado.

Igualmente es probable que por vías informales el PP busque torcer alguna voluntad socialista. Son solamente cuatro los diputados que precisa para obtener la mayoría absoluta de la cámara, o tan solo seis abstenciones.

Un exalto cargo del Gobierno y ahora senador, ante la pregunta sobre si esto era posible, respondió: «Es absolutamente imposible. No solo porque Sánchez ha mejorado en estas elecciones sus resultados con respecto a 2019 sino porque hay creada mucha expectativa en socialistas de poder tener cargos en el futuro gobierno. Si hubiera habido un descalabro electoral sería otra cosa pero no es el caso».