Con motivo del 50 aniversario de su estreno y tras ser revelado que Víctor Erice recibirá uno de los Premio Donostia den la próxima edición de Zinemaldia, se reestrena el gran hito del cine vasco y, por extensión, una de las consideradas mejores películas de la historia del cine, ‘El espíritu de la colmena’.
Según explicó el propio Erice, «el título de la película, en realidad, no me pertenece. Está extraído de un libro, en mi opinión, el más hermoso que se ha escrito nunca sobre la vida de las abejas, y del que es autor el gran poeta y dramaturgo Maurice Maeterlinck. En esa obra, Maeterlinck utiliza la expresión ‘El espíritu de la colmena’ para describir ese espíritu todopoderoso, enigmático y paradójico al que las abejas parecen obedecer, y que la razón de los hombres jamás ha llegado a comprender».
La acción de la película arranca en 1940, en un lugar llamado Hoyuelos, un pueblo como cualquier otro en aquella misma época. Hacía un año que había terminado la Guerra del 36 y Franco había instaurado su dictadura.
Ya no hay frentes bélicos, pero la contienda todavía se respira en el aire. Por un camino maltrecho se acerca una camioneta: es el vehículo del cine ambulante que llega a la localidad. Los niños se emocionan, alborotan. En un salón del ayuntamiento se improvisa la sala de proyección. Los espectadores traen sus sillas para disfrutar de la película y la tela blanca se transforma –por arte de magia cinematográfica– en una ventana que da acceso a otro mundo.
A partir de estas secuencias inolvidables, se descubre una obra cargada de poética y simbolismo gobernada por la inolvidable mirada de Ana Torrent.