Un preso de la cárcel de Zaballa está a la espera de mantener un vis a vis con su perro, un encuentro que ha sido autorizado por el juez para que pueda ver a su mascota antes de que sea sacrificada.

El vis a vis no se ha producido todavía porque el preso tiene que aportar un informe veterinario en el que se certifique que el perro va a ser sacrificado, han precisado fuentes del Departamento de Justicia del Gobierno de Lakua.

El preso solicitó esta visita a principios del verano, pero la dirección de la cárcel Martutene, en Donostia, donde estaba internado entonces, rechazó la petición al entender que la normativa penitenciaria no permite contactos en la cárcel con animales de compañía.

Sin embargo, el titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de la CAV, con sede en Bilbo, autorizó el pasado mes de agosto esta visita, ya que el perro está a punto de ser sacrificado por su mal estado de salud.

El recluso se encuentra ahora en la cárcel de Zaballa y cuando aporte ese certificado veterinario que confirme la necesidad de sacrificar al animal podrá mantener un encuentro con su dueño en la prisión.