Sarwar Kashani (Efe)

Detrás de la elegancia: un ostentoso G20 esconde a los más pobres de Nueva Delhi

Nueva Delhi, la capital india, acogerá el próximo fin de semana la cumbre de líderes del G20. Con este motivo, se está engalanando y, al mismo tiempo, oculta a los más pobres de los 30 millones de habitantes de esta megaurbe.

Dos policías vigilan en la avenida que lleva al palacio presidencial de Rashtrapati Bhawan, en Nueva Delhi.
Dos policías vigilan en la avenida que lleva al palacio presidencial de Rashtrapati Bhawan, en Nueva Delhi. (Tauseef MUSTAFA | FRANCE PRESSE)

La transformación de Nueva Delhi, presupuestada en 120 millones de dólares (111,85 millones de euros) para presentar una imagen de ciudad impecable durante la cumbre de líderes del G20 el próximo fin de semana, esconde la dura realidad de India: una población empobrecida y marginada que se ve empujada a vivir oculta para evitar la mirada de sus huéspedes.

En apariencia, la capital india brilla con farolas y vallas publicitarias vibrantes colocadas en carreteras recién pavimentadas y aceras con pasos de cebra para dar la bienvenida a la élite mundial.

Pero la capital esconde de manera literal a los residentes empobrecidos de la megaciudad, de más de 30 millones de habitantes, mientras esta es epicentro de la influencia global.

Un policía vigila las calles de Nueva Delhi. (Tauseef MUSTAFA/FRANCE PRESSE)

La transformación ha provocado que muchos de los residentes de los barrios marginales de Nueva Delhi pierdan su medio de subsistencia, al ganarse la vida como vendedores ambulantes de té o cigarrillos en tiendas improvisadas al borde de la carretera, o recogiendo la basura de la ciudad.

En extensas zonas de la capital, las autoridades han instalado cortinas verdes gigantes, láminas de plástico y paneles flexibles que ocultan detrás barrios marginales de Delhi.

Además, han desalojado a las personas que viven bajo puentes y pasos elevados, aduciendo motivos de seguridad.

Todo vale para el G20

Babu Lal, un comerciante de chatarra, se siente amurallado tras la cortina verde que han colocado alrededor de su barrio de chabolas, Coolie Camp, en el sur de Nueva Delhi, una de las rutas por donde van a pasar los líderes del G20.

«Todo esto es por el G20. Vienen invitados extranjeros y es bueno que no vean la pobreza y la suciedad de la ciudad. Pero hubiera sido mejor que el Gobierno, en lugar de escondernos y avergonzarse de nosotros, hubiera hecho algo para mejorar nuestras vidas», ha dicho Lal a Efe.

A los habitantes de esta zona, que a su vez colinda con la pudiente zona diplomática de Vasant Vihar, se les ha pedido que no se aventuren a salir más allá de las cortinas, ha dicho a Efe por su parte Naeem, otro residente.

Logotipo de la cumbre del G20 en las calles de Nueva Delhi. (Tauseef MUSTAFA/FRANCE PRESSE)

«Estamos perdiendo días de trabajo y cada día significa mucho para los pobres», ha agregado, aunque también ha dicho creer que se trata de un esfuerzo que merece la pena: «Les digo a mis amigos que vale la pena el orgullo nacional. Esto también pasará», ha indicado.

Rekha y Pushpa también se ganan la vida vendiendo trapos, pañuelos y calcetines cerca de un semáforo en una intersección en el sur de la ciudad, y comen y duermen en un puente con su madre, que precisa de cuidados por seguir amamantando a un bebé en edad de lactancia.

«No tenemos dónde ir. Nos han pedido que nos vayamos hasta que termine el G20», se ha lamentado la adolescente Rekha.

La pobreza que persigue a India

Pese a los esfuerzos del país asiático por emerger como una de las principales economías de mayor crecimiento del mundo, el historial de la India para vencer la pobreza todavía persiste, sobre todo tras la pandemia de la covid-19.

Más del 40% de los más de 1.400 millones de habitantes de India todavía viven bajo el umbral de la pobreza moderada, con un salario de 3,65 dólares (3,40 euros) por persona al día, según datos del Banco Mundial.

Estatua de más de ocho metros de altua de Nataraja, una de las representaciones del dios Shiva, instalada en Nueva Delhi. (Arun SANKAR/FRANCE PRESSE)

El organismo internacional precisó en un informe de 2022 que alrededor del 16,4% de la población india es «multidimensionalmente pobre», lo que significa que carece de atención sanitaria, educación y nivel de vida adecuados.

Por su parte, el grupo de activistas Concerned Citizens of India registró «acontecimientos angustiosos» que plantean «cuestiones sobre la falta de compasión básica por parte del Gobierno» en su plan para embellecer la ciudad y ocultar a los pobres, en un informe publicado el pasado julio.

Los activistas, entre ellos el conocido defensor de los derechos humanos Harsh Mander, destacaron en el escrito que «un número alarmante de aproximadamente 250.000 a 300.000 personas han sido desplazadas por la fuerza de sus hogares» a las afueras de Nueva Delhi durante los preparativos de la cumbre del G20.

«Como delegado del G20 que viene a la India, esperaría presenciar una sociedad donde los pobres tengan acceso a sus derechos y prestaciones, en lugar de presenciar su sufrimiento en rincones escondidos», dijo Mander a la prensa tras la publicación del informe.