La propuesta de convención constitucional realizada por el lehendakari Iñigo Urkullu despierta todavía reacciones entre los agentes políticos y sociales que reaparecen en público tras las vacaciones estivales. Ayer fue el turno de Elkarrekin Podemos-IU y ELA.
Estando de acuerdo con la base de que «España es un estado plurinacional y que a eso hay que darle una respuesta jurídica y procedimental», la portavoz parlamentaria de EP-IU, Miren Gorrotxategi, puso en duda la intención de Urkullu al lanzar esta propuesta, puesto que lo lógico hubiera sido presentarla primero y buscar el consenso en el Parlamento de Gasteiz.
Según Gorrotxategi, «el lehendakari hace una propuesta en términos conceptuales» pero después no se materializa en nada. Criticó, además, que «las pocas veces que el PNV habla de defender el autogobierno es para oponerse a la Ley de Vivienda, el impuesto a las eléctricas y la implementación del impuesto a las grandes fortunas».
Gorrotxategi, que además ha sido profesora de Derecho Constitucional, considera que la propuesta de Urkullu «no tiene recorrido real. Jurídicamente, no tiene viabilidad y políticamente tampoco si se hace al margen del Parlamento Vasco».
ELA: «Para salir en la foto»
El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, afirmó, por su parte, que la propuesta de Urkullu es «poco creíble» y lo definió como «un artefacto de distracción política» para «no quedarse fuera de la foto».
Lakuntza aseguró en una rueda de prensa que esta propuesta «poco tiene que ver» con la «coherencia de su Gobierno y de su partido con la cuestión nacional y con lo que tiene que ver con el autogobierno». El dirigente de ELA recordó que el Gobierno de Lakua realizó un informe titulado ‘La erosión silenciada del Estatuto’, en el que se constataba que, durante las últimas décadas, «todos los gobiernos españoles, sin excepción, han ido erosionando el autogobierno vasco» por la vía de la «legislación básica» y el TC.
Lakuntza indicó que, ante esa situación, el lehendakari «no ha hecho nada» y «no ha formado parte de la tensión política de este país, ni ha tenido ningún tipo de consecuencia, ni ningún tipo de lectura en las propias alianzas».
El secretario general de ELA sostuvo que todo esto se ha hecho con la pasividad del Gobierno de Lakua y del PNV y añadió que algunas cuestiones como las que tienen que ver con la regla de gasto han contado con «su beneplácito».
Por tanto, cree que incluso «han compartido parte de esa recentralización», lo que es «muy grave» y ahora, «de un día para otro», Urkullu lanza «un artefacto de distracción política» para «no quedarse fuera de la foto, que no es coherente con su política».