Isidro Esnaola
Iritzi saileko erredaktorea, ekonomian espezializatua / redactor de opinión, especializado en economía

Hipoteca inversa: la trampa para mayores del dinero fácil

La hipoteca inversa es un crédito que la banca ofrece a las personas mayores a cambio de su vivienda. Ofrecen poco dinero y, además, cobran unos intereses astronómicos, más propios de la usura. Un timo ideado por la banca para apropiarse de las viviendas de las personas mayores pagando muy poco.

Representantes de la aseguradora Caser con propaganda de la hipoteca inversa
Representantes de la aseguradora Caser con propaganda de la hipoteca inversa (Seguros CASER | EUROPA PRESS)

Hace no tanto tiempo las decisiones sobre las finanzas se reducían a unas pocas y sencillas elecciones: caja de ahorros provincial o municipal; préstamos pocos, y generalmente para comprar una vivienda o un coche; y cuando aparecía algún ahorrillo la principal decisión estaba entre dejarlos en la cartilla o ponerlos a plazo fijo. Todo era sencillo y comprensible.

Hace tiempo que el dinero de la cartilla no da intereses y el plazo fijo prácticamente ha desaparecido. Ahora los bancos –las cajas de ahorros ya no existen– ofrecen un amplio abanico de posibilidades para endeudarse y para invertir; ya no se ahorra, ahora se invierte. Los bancos ponen a disposición de los clientes fondos de inversión, asesores para especular en Bolsa, planes de pensiones, etc. Y si se trata de préstamos, la oferta es amplia e incluye desde las hipotecas hasta todo tipo de tarjetas de crédito. Todo se ha vuelto tan complicado e incomprensible que ahora incluso hacen un test a los clientes para calibrar mejor el engaño. Y es que cuanto mayor es el grado de sofisticación mayor suele ser el sablazo que esconden todas estas «inversiones» promocionadas por la banca.

Uno de los últimos inventos para apropiarse del patrimonio de la gente es la llamada hipoteca inversa. Aunque el esquema fue aprobado en el año 2007, está de actualidad porque acaban de dar autorización al Banco Santander y a la aseguradora Mapfre para que comercialicen conjuntamente este tipo de hipotecas. No son los primeros. Ese honor corresponde al banco portugués BNI. Posteriormente también entraron en el negocio algunas aseguradoras como Caser y Santalucía. Todos ellos están asesorados por la empresa Óptima Mayores, que es la principal especialista en este negocio de usura.

¿Hipoteca inversa?

Una hipoteca inversa es en realidad un crédito que concede un banco o una aseguradora a una persona mayor de 65 años. Hasta aquí todo normal. Ahora bien, para darle el crédito esa persona debe tener una vivienda en propiedad que servirá de garantía. Además, no debe tener otras deudas, no vaya a ser que el banco tenga que litigar con otros acreedores para quedarse con la casa. Óptima Mayores añade entre los requisitos que la vivienda esté situada en un núcleo urbano y sea la vivienda habitual. Desde luego, no aceptan cualquier cosa como garantía del préstamo.

Uno de los principales requisitos es que las personas tengan herederos. La razón es que la persona mayor de 65 años que recibe el crédito no lo tiene que devolver en vida y puede seguir viviendo en su casa hasta que muera. Es entonces cuando entran en escena sus herederos, que tendrán que decidir si devuelven el crédito al banco y, en tal caso, se quedarán con la vivienda de la persona fallecida; o si, por el contrario, deciden no devolverlo, en ese supuesto será el banco el que se quede con la propiedad. Y con las herencias, ya se sabe, se suelen generar conflictos, por lo que es muy probable que el banco se quede finalmente con la casa. De ahí el interés por que la vivienda sea urbana y carezca de deudas.

Todas esas condiciones dejan traslucir cuál es el principal objetivo de los bancos con estas hipotecas inversas: apropiarse del patrimonio familiar de las personas mayores por un módico precio. Un instrumento que, además, permite enredar a personas que están cerca de la muerte y que poseen inmuebles valiosos. Ideal para gente sin escrúpulos.

No hay que olvidar que la vivienda familiar suele concentrar el ahorro de toda la vida, muchas veces pagada con grandes sacrificios. Es cierto que la casa es un ahorro que no se puede gastar, y en la vejez puede haber circunstancias en las que haga falta dinero, por una situación de dependencia o por otras razones, y las pensiones por lo general no suelen ser muy elevadas. Y ahí aparece el banco en una situación de necesidad con una solución fácil, pero extremadamente onerosa. Cuanto más vulnerable sea la gente, más fácil será involucrarla en un esquema de esta clase, de ahí que los bancos no dejen de predicar a los cuatro vientos que el sistema de pensiones es «insostenible» y que hay que reducir el gasto social. No tienen otro objetivo que destruir la protección social para apropiarse del patrimonio de la gente trabajadora.

En Hego Euskal Herria hay 665.000 personas con más de 65 años. Por encima del 80% de las familias tiene al menos una vivienda en propiedad; el porcentaje entre los mayores de 65 años es todavía mayor, pero para una estimación es suficiente ese 80%. Eso significa que hay unas 532.000 personas mayores y con vivienda en propiedad. Algunos estudios calculan que aproximadamente el 9% de esas personas puede tener interés en estas hipotecas inversas, y esto hace casi un total de 48.000 personas en las cuatro provincias y un mercado potencial que posiblemente supere los 10.000 millones de euros. Una cifra nada desdeñable.

Los números del préstamo

Los números dan una perspectiva mucho más clara de la dimensión del timo. Los ejemplos los ha recopilado y publicado la OCU a partir de los datos recogidos en octubre de 2022, cuando los tipos de interés del BCE eran todavía del 1,25%. En este momento están en el 4,5%.

¿Cuánto dinero se puede conseguir por una vivienda? Una vivienda tasada en 200.000 euros propiedad de una persona que tenga 75 años le proporcionará una renta mensual de 261 euros mensuales durante 25 años. Esa cantidad sería una tercera parte de la pensión mínima mensual que está en 783,1€. Con todo, la cantidad no se actualizaría con los años y con la inflación actual es posible que en poco tiempo pierda gran parte de su valor. Por otra parte, esos 261€ mensuales durante 25 años suponen un total de 78.300 euros, que es aproximadamente una tercera parte del valor de la vivienda. Eso quiere decir que el valor de la garantía supera con creces el valor del crédito que se recibe. La banca, por si acaso, bien cubierta.

Los intereses

Una de las razones por las que ofrecen tan poco es porque exigen unos intereses muy elevados. En los ejemplo recogidos por la OCU en octubre de 2022 rondaban el 6%, el doble que los de las mejores ofertas de hipoteca ordinaria a tipo fijo. En la actualidad es posible que doblen esa cantidad, y lleguen incluso hasta el 12%, como sugiere el profesor de la UCM Carlos Sánchez Mato.



En cualquier caso, con los datos de octubre del año pasado, una persona soltera de 70 años con un piso valorado en 250.000 euros recibiría por ejemplo un préstamo de 73.300 euros por su vivienda (casi el 30% del valor del aval). Al 5,5% de interés la cantidad que tendrían que devolver sus herederos a los quince años del trato sería 181.957 euros (aproximadamente el 72% del valor de la vivienda). 73.300 sería la devolución del crédito y 108.657 los intereses a pagar, casi una vez y media más que el dinero prestado. Con los tipos de interés actuales, ni se sabe.

Lo que convierte a estas hipotecas inversas en un jugoso negocio para los bancos y en una ruina para la gente no es solo que se apropien del patrimonio inmobiliario de los trabajadores por cuatro perras, sino que, si les sale mal y no consiguen la vivienda porque los herederos devuelven el préstamo, cobran unos intereses extraordinarios, unas cantidades propios de usureros.

No es extraño suponer que cuando los herederos hagan estos números se enfaden con el banco. Algunos no han entrado en el negocio ya que temen por que su reputación quede afectada. Otros, en cambio, han creado una asociación europea (Epparg), dicen que para «autorregularse»; es decir, refinar el timo.