Azerbaiyán ha lanzado este martes una operación militar en Nagorno Karabaj, tres años después de la anterior guerra, exigiendo la retirada «total e incondicional» de su adversario armenio de esta región disputada durante décadas con Armenia, que niega contar con tropas en el enclave.
En los combates han muerto al menos a 27 personas, entre ellas dos civiles –uno de ellos un niño– y otras 130 han resultado heridos según las autoridades de Nagorno, que han señalado que varias ciudades, incluida la capital, Stepanakert, están siendo objeto de ataques intensos.
A su vez, Azerbaiyán ha dado cuenta de dos muertos.
Afirman que tienen como objetivo infraestructuras civiles y que el Ejército azerbaiyano está intentando avanzar profundamente desde cinco frentes distintos.
Bakú asegura que solo tiene como objetivo objetivos militares, pero Ereván denuncia una agresión a gran escala con fines de limpieza étnica. También ha reclamado a Rusia, garante de un alto el fuego que data de 2020 con fuerzas de paz sobre el terreno, que detenga la agresión azerbaiyana.
Pero la misión rusa desplegada se ha limitado a pedir a las partes un cese el fuego.
Bakú parece decido a llevar la operación hasta el control total del enclave. El Ministerio de Exteriores azerbaiyano ha advertido de que «la única manera de lograr la paz y la estabilidad» es «la retirada total e incondicional de las fuerzas armadas armenias» del territorio y «la disolución del llamado régimen separatista».
«Las formaciones armadas ilegales armenias deben mostraron la bandera blanca y el régimen ilegal debe anunciar su disolución», ha indicado.
Armenia pide a Moscú que actúe
El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, también ha pedido a Moscú y a la ONU que actúen. Rusia era aliado tradicional de Armenia, pero ante su indolencia hacia las agresiones azeríes, Erevan ha enfriado la relación.
Armenia asegura que no tiene tropas en Karabaj por lo que las fuerzas del enclave se encuentran solas contra el Ejército azerbaiyano, amparado por Turquía y con armamento sofisticado.
El Ministerio de Defensa azerbaiyano ha justificado la operación anunciando el lanzamiento de «operaciones antiterroristas» para poner a salvo «las posiciones de las fuerzas armadas azeríes», tras la muerte de seis azerbaiyanos en la explosión de minas en una obra de carretera. Nagorno Karabaj es una de las regiones más minadas de la antigua URSS y sus explosiones matan regularmente a personas.
Las tensiones aumentan desde hace meses en torno a Nagorno Karabaj, territorio secesionista de Azerbaiyán de mayoría armenia, que ya ha sido el centro de dos guerras entre Ereván y Bakú, la última de las cuales duró seis semanas.
Protestas contra Pashinian
El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, ha acusado a Bakú de querer «arrastrar a Armenia a las hostilidades», a la vez que ha denunciado los llamamientos a un golpe de Estado en Armenia, mientras cientos de manifestantes se han concentrado frente a la sede del Gobierno en Ereván para exigir al Gobierno que actúe y responda a los ataques, además de la dimisión de Pashinian.
La oposición armenia ha intentado varias veces durante tres años lograr la salida del poder de Pashinian, acusándolo de ser responsable de la derrota militar armenia durante la guerra de otoño de 2020 en Nagorno Karabaj.
Algunos manifestantes han ientado romper el cordón policial y acceder al edificio gubernamental, y la Policía ha recurrido a granadas aturdidoras para dispersarlos. Las protestas y cargas se han repetido ante la embajada rusa.
Mientras, la situación en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán es actualmente «estable», según Pashinian.
Turquía defiende la operación.
Bakú ha señalado que había informado a Rusia y Turquía de sus operaciones en el enclave, y Moscú ha indicado que recibió la advertencia solo unos minutos antes de su inicio de los ataques.
Turquía ha defendido la operación, y su presidente, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado que «como todo el mundo acepta, Karabaj es territorio azerbaiyano. Es totalmente inaceptable imponer un estatus distinto a este. Apoyamos los pasos que ha dado Azerbaiyán para proteger su integridad territorial».
El Kremlin asegura que está intentando convencer a Armenia y Azerbaiyán de «volver a la mesa de negociaciones».
Tanto el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, como el Gobierno francés o el estadounidense han considerado que Azerbaiyán debe cesar «inmediatamente» su operación.
Sin acuerdo de paz
Las tensiones habían disminuido el lunes con la llegada de ayuda humanitaria al enclave, que lleva meses sometido a un bloqueo azerbaiyano que ha provocado una grave escasez de alimentos y medicamentos
Ereván acusa a Bakú de provocar una crisis humanitaria con fines de limpieza étnica al bloquear el corredor de Lachin, la única carretera que une Nagorno Karabaj con Armenia.
El conflicto anterior, en 2020, derivó en una derrota militar armenia, y Ereván tuvo que ceder territorios en Nagorno Karabaj y sus alrededores a Bakú.
Se firmó un alto el fuego mediado por Rusia, que implicó el despliegue de fuerzas de paz rusas, pero los beligerantes nunca llegaron a un acuerdo de paz.