«¡Que se entere todo Deusto, estos árboles están sanos», han coreado una veintena de vecinos que han denunciado el reinicio de la tala de árboles este martes a la mañana en la avenida Lehendakari Agirre. Nueva protesta de quienes no se resignan a que el Ayuntamiento de Bilbo haga desaparecer unos olmos que durante décadas han aminorado el impacto sonoro del intenso tráfico rodado en la zona y han dado una espléndida sombra en días calurosos como lo que hemos vivido este verano.

El lunes ya se cortaron alguno de los olmos que continúan en pie en la principal arteria de la antigua anteiglesia, en concreto en los números pares entre la plaza San Pedro y el cruce con la avenida de Enekuri, y este martes los operarios encargados de cortarlos, de la empresa Lurgintza, se han encontrado con la protesta ruidosa de un grupo de activistas. Entre consignas como «no a la tala» y «ez, ez, ez, mozketarik ez», vecinas y vecinos han manifestado su oposición a los planes del Consistorio bilbaino mientras los trabajadores, provistos de una grúa, han reanudado la tarea.

Ello no ha arredrado a los vecinos, que no han cesado en su denuncia contra el Gobierno Aburto, a quien acusan de no atender sus reclamaciones y de negarse a entablar cualquier diálogo con el movimiento vecinal. El pasado jueves, en la última concentración, ya se había alertado de que los planes del Ayuntamiento seguían adelante.

Protesta pacífica

En la protesta, de carácter pacífico, una vecina ha llegado a abrazarse a uno de los olmos, de modo simbólico, tratando de salvarle de la motosierra mientras bocinas, silbatos y otros instrumentos para hacer ruido alertaban de la reanudación de los trabajos de tala. Además, en algunos de los árboles en peligro se ha derramado una sustancia simulando que sangraban.

En las últimas jornadas, el movimiento vecinal ha advertido de que la tala de árboles no se va a limitar a la avenida Lehendakari Agirre, ya que esta semana han comenzado otras obras de reurbanización en la cercana avenida Madariaga, donde denuncian se van a cortar otros 20 árboles «para ampliar las terrazas» de los locales de hostelería y en su lugar se instalarán cinco macetones con minipalmeras.

A pesar de la cerrazón de los responsables municipales, la movilización vecinal no cesa y el jueves 21, a las 18,30, está convocada una nueva manifestación, que partirá de la rotonda Don Bosco para finalizar en la plaza San Pedro, donde tendrá lugar una fiesta protesta con música en directo y talleres infantiles, entre otras actividades.