Las calles de Calderería y San Agustín han amanecido con curiosos carteles contra la plaga de meones nocturnos. En esas calles se prevé un tsunami de pises de cara a San Fermín Txikito y los vecinos, junto a comerciantes y hosteleros, se han unido para tratar de que la ola de orín no alcance la altura acostumbrada. Su arma es el humor. 

De este modo, los bares de la calle intercalarán entre canción y canción cuñas publicitarias que les invitan a sumarse a un «escape room» al que condenan a los vecinos para escapar zigzagueando de una calle convertida en baño público. 

«La música y los bailes se verán interrumpidos por inesperados anuncios publicitarios en los que una embaucadora voz ofrece –en castellano y en euskera– 'el kit de supervivencia del Casco Viejo', que consiste en botas katiuskas para sortear charcos de pis y pinzas de nariz para los malos olores», comentan los impulsores de la iniciativa. 

Estas cuñas publicitarias también invitan a la clientela a solicitar pañales para adultos gratuitos para quienes no pueden evitar mearse, así como otros mensajes que buscan concienciar desde la mofa y el buen humor. Porque visto y olido está que los 300 euros de multa no son suficientes para contener las vejigas de algunos. 

«Sabemos que la gente viene a nuestra calle a disfrutar del barrio y a pasárselo bien, y nos alegramos y les damos la bienvenida; pero queremos reclamar nuestro derecho a vivir en paz y a que respeten nuestras calles, hogares y comercios, en unas mínimas condiciones de higiene», reivindican.

Por otro lado, estos vecinos recuerdan que hace tiempo trasladaron al Ayuntamiento (al actual y a todos los anteriores) la necesidad de instalar permanentemente unos baños públicos en estas calles, tal y como existen en otros puntos de la ciudad. Y que, en fechas señaladas, como fiestas u otros eventos, se pongan urinarios y baños portátiles.