Bidasoa Irun pretende corroborar ante un rival complicado, el Balonmano Logroño, que su gran inicio liguero no ha sido fruto de la casualidad y, de paso, mantenerse en solitario en la segunda posición de la tabla.

La del Palacio de los Deportes de La Rioja es una de las canchas más complicadas de Asobal. Sin ir más lejos, la pasada campaña ya cayó la escuadra guipuzcoana en dicho escenario por 39-33.

Los de Jacobo Cuétara vienen, además, de un triunfo con sufrimiento ante el Recoletas Valladolid (32-27), por lo que no pueden confiarse lo más mínimo si quieren seguir aupados en la zona noble de la clasificación.

Una coyuntura a la que ha ayudado no solo los buenos resultados cosechados por el bloque vasco, sino también por los pinchazos que han protagonizado rivales directos, como Cuenca, Granollers o el propio Logroño.

Bidasoa Irun espera poder contar con el concurso de un ya recuperado Iñaki Cavero, quien no pudo estar la jornada anterior frente a los pucelanos. Cuétara cuenta con alguna duda para la primera línea, pero la amplitud de la plantilla y el hecho de no disputar competición europea permite disponer de suficientes efectivos.

Todo apunta a que el mejor recurso ofensivo del equipo seguirán siendo los hermanos Salinas –entre ambos anotaron 13 goles en el último duelo–, secundados por el poderío defensivo de Marco Jevtic y el buen hacer bajo palos de Harbaoui.

El último precedente entre ambos conjuntos de disputó en Artaleku, donde los anfitriones se impusieron de manera contundente con un 41-29, por lo que el Logroño aguarda a Bidasoa con ánimo de revancha.